Los conflictos y los desastres como los terremotos, las inundaciones o las sequías causan cada año el sufrimiento y la perdida de vidas y enseres a miles de personas en todo el mundo. Intermón Oxfam estamos presentes en África y Latinoamérica atendiendo a las personas vulnerables en las crisis humanitarias. Aquí explicamos qué hacemos en los países afectados para atender las necesidades básicas y reducir la vulnerabilidad de las personas ante futuras crisis.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las lluvias que debían haber traído esperanza


Caroline Gluck es oficial de medios de Oxfam Gran Bretaña (OGB). Se encuentra en Níger cubriendo la respuesta humaniatria de Oxfam a la hambruna y a las inundaciones que azotan el páis. Caroline, nos describe en este post la situación.

Issouf Ali, de 21 años, me lleva a lo largo de lo que solía ser el camino a su casa. Ahora se parece a un río. Se adentra en el agua y me señala lo que fue su hogar. Todo lo que queda son algunas paredes de adobe. Unos cuantos cubos, un par de chanclas y algunos utensilios de cocina se encuentran esparcidos por el suelo.

Issouf y su familia se han unido a más de 300 personas que se refugian en un centro juvenil en su barrio, en la capital, Niamey. Tienen poco con ellos. Y sus principales medios de vida - el cultivo de hortalizas para vender en el mercado - también ha sido aniquilado por las fuertes lluvias que han causado las peores inundaciones desde hace más de ochenta años en níger.

"Estábamos tan contentos de tener lluvias en Níger", me decía. "Cuando tenemos lluvia, podemos plantar. Nuestros jardines pueden crecer y tenemos que comer y vender. Pero cuando llegaron las lluvias la semana pasada, el agua inundó todo. Las barreras de protección se derrumbaron”

"Lo perdimos todo, nuestra casa, nuestro jardín, nuestras ropas y otras pequeñas cosas. Hemos perdido 15 parcelas para las verduras”.

La sequía primer lugar, después las inundaciones
"Es Ramadán ahora. Debe ser la época más ocupada del año para nosotros, porque todo el mundo va al mercado para las compras. Creo que perdimos 150.000 CFA cuando nuestros jardines fueron destruidos", decía.

En esta época del año, la mayoría de nigerianos, como Issouf, estaría orando para que vinieran más lluvias para que sus cosechas crecieran más y más fueres. La irregularidad de las lluvias y la sequía han sido una de las principales causas de la actual crisis alimentaria en Níger y en muchas partes de la región del Sahel. Alrededor del 50% de la población que sufre hambre en Níger lo hace debido a las malas cosechas.

Ahora las lluvias han llegado y en algunos casos, han venido con furia. Algunas partes del país se han visto afectadas por los aguaceros intensos e inundaciones, destruyendo casas, carreteras, puentes y matando a millares de animales. La ONU señala que más de 67.000 personas han perdido sus hogares en la última semana y seis personas han muerto desde que se iniciaran las lluvias a finales de julio.

El río Níger - que fluye a través de nueve países de África occidental - ha alcanzado su mayor nivel en más de 80 años. En la capital de Níger, Niamey, más de 6.000 personas se vieron afectadas cuando el río creció, destruyendo casas e inundaciones huertas y campos de arroz.

Riesgo de enfermedades transmitidas por el agua
Oxfam está proveyendo kits de higiene y limpieza, instalando tanques de almacenamiento de agua y conectando las comunidades a los sistemas de distribución de agua.

Pero no es sólo la capital la que se ha visto afectada por graves inundaciones. En varias regiones, las lluvias han arrasado carreteras y puentes, destruyendo las cosechas y matando a miles de cabezas de ganado.

El pueblo de Kazoé, en la región de Zinder, se vio afectado por graves inundaciones. 180 casas fueron destruidas, más de 1.200 ovejas murieron y 135 jardines y 30 hectáreas de campos inundados. Nuestro viaje a la aldea - normalmente unos 45 minutos en coche desde la provincia de Goure - nos llevó más de dos horas y media porque los caminos y puentes estaban inundados.

Oxfam y sus socios han estado distribuyendo alimentos suministrados por el Programa Mundial de Alimentos a las comunidades de la provincia. "Se suponía que todo se terminaría en cuatro días", dijo Mai Abdou, quien está a cargo de la operación. "Pero, dos semanas después, todavía no hemos terminado. Es todo por las fuertes lluvias. A nivel logístico, las cosas han sido muy difíciles. Ha habido un pueblo que ha permanecido aislado durante una semana debido a las lluvias," me dijo.

Las lluvias han llegado temprano este año. La preocupación es que las inundaciones obstaculizarán la entrega de la ayuda que tanto necesitan las comunidades. También se teme que las inundaciones traigan enfermedades transmitidas por el agua. Con ellas, aumenta el riesgo de la malaria y diarrea poniendo en serio riesgo a los más vulnerables: los niños menores de cinco años, ya muy debilitados debido a la falta de alimentos.

Después de una larga sequía, las lluvias supuestamente deberían traen esperanza. Pero, en muchas áreas, sólo han traído más penuria.

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