Los conflictos y los desastres como los terremotos, las inundaciones o las sequías causan cada año el sufrimiento y la perdida de vidas y enseres a miles de personas en todo el mundo. Intermón Oxfam estamos presentes en África y Latinoamérica atendiendo a las personas vulnerables en las crisis humanitarias. Aquí explicamos qué hacemos en los países afectados para atender las necesidades básicas y reducir la vulnerabilidad de las personas ante futuras crisis.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Los derechos de la población deben ser respetados

por Johny Estor, responsable del programa de protección de Oxfam en Puerto Príncipe

Nací en Puerto Príncipe y he vivido aquí toda mi vida. Estudié sociología después de terminar la escuela secundaria. Antes de venir a trabajar a Oxfam era coordinador del programa de VIH / SIDA en una organización local. Empecé a trabajar para Oxfam en marzo de 2010, después del terremoto. Trabajo como responsable de protección.

Mediar ante conflictos y trabajar para evitarlos
Mi trabajo como responsable de protección tiene muchas facetas. Uno de los objetivos principales en materia de protección es asegurarse de que se respeten los derechos de los beneficiarios de Oxfam. Me debo asegurar que la población civil reciba los materiales que se les ha enviado sin ser obligada a pagar por ello ni dar nada a cambio, como por ejemplo tareas físicas u otro tipo de favores. Ponemos en práctica herramientas y métodos para los directores de programas, que son los responsables de los diferentes programas que lleva a cabo Oxfam, para que puedan prevenir este tipo de situaciones. Sin embargo, no siempre es fácil acceder a esta información. La gente no acude a nosotros y nos dice que se han visto obligados a regalar lo que recibieron por temor a represalias. La mayoría de estos casos no se denuncian.

Los derechos de la población deben ser respetados
Tenemos maneras de ayudar a las víctimas que quieran mantenerse en el anonimato. Hemos creado un servicio telefónico gratuito para que la gente pueda llamar y explicarnos qué tipo de problemas está viviendo o cree que pueden ocurrir dentro de los campamentos. También tenemos cursos de capacitación para voluntarios comunitarios y miembros del comité de campo para dar a conocer medidas de protección. También existen hojas de reclamación a disposición de todo el mundo donde se pueden denunciar los hechos que suceden en los campamentos. Una vez recogidos todas estas denuncias, trabajamos para encontrar soluciones y garantizar que los derechos de toda la población sean respetados.


Pequeños cambios que cambian vidas
Creo que nuestro trabajo ha tenido un efecto positivo en la población. Por ejemplo, cuando se trasladó a la gente al nuevo campo de Corail, un sitio en las afueras de Puerto Príncipe que el gobierno eligió para realojar a los desplazados, Oxfam fue el responsable de la instalación de letrinas y duchas. Hicimos una evaluación de la situación y nos dimos cuenta que había algunas cosas que faltaban, por ejemplo, las letrinas no estaban separadas por sexo, no habían para personas con discapacidad, en otros casos no eran las suficientes y la mayoría no tenían cerraduras. Planteamos nuestras preocupaciones al equipo encargado de habilitar los sistemas de agua y saneamiento y en poco tiempo se hicieron muchas mejoras. Creo que mejorar las condiciones de vida de la población es uno de los grandes logros de nuestro equipo.


Las recientes elecciones y la epidemia de cólera se han convertido ahora en el centro de atención internacional y han tenido un efecto en nuestro trabajo. Una gran cantidad de planes y proyectos que queríamos llevar a cabo con otros equipos de Oxfam han quedado aplazados para que los responsables de los equipos estén disponibles para hacer frente al brote cólera, que, por supuesto, tiene prioridad sobre cualquier otra cosa ahora mismo. Espero que todos los esfuerzos de Oxfam puedan ayudar a disminuir la propagación de esta enfermedad a otras partes del país. También espero que las elecciones no tengan un efecto negativo sobre la labor que estamos haciendo o preveemos hacer.


Me gusta el hecho de que el trabajo que estamos haciendo se base en valores. Siento que Oxfam pueden contribuir a los cambios necesarios aquí en Haití. Espero que el nuevo líder de este país sea alguien que esté dispuesto a guiar a la población hacia un futuro mejor.

La ayuda de Oxfam está llegando a más de 440.000 supervivientes del terremoto. Y nuestro compromiso es trabajar a largo plazo en Haití para garantizar que los fondos recibidos sean empleados de la manera más eficiente posible.

Leer más...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El cólera nómada

Cólera y hacinamiento humano son dos conceptos que parecen estar íntimamente vinculados: enclaves urbanos, campos de refugiados o asentamientos temporales de emergencia son el terreno propicio para la propagación de la epidemia. Pero en Chad, además, el cólera se mueve de forma aislada, incubándose en el cuerpo de los nómadas que se desplazan de una región a otra. En este contexto, las malas condiciones higiénicas, la insalubridad del agua y la falta de conocimientos sobre la transmisión de la enfermedad dificultan enormemente el control de la epidemia. Irina Fuhrmann, nuestra oficial de medios en Chad, nos cuenta aquí de primera mano la historia de un grupo de nómadas afectados por el virus. Leer más...

martes, 23 de noviembre de 2010

Carne limpia en Djabal


El campo de Djabal, en el Este del Chad, alberga más de 11.000 refugiados sudaneses, muchos de ellos instalados en él desde hace 6 años, cuando la violencia en Darfur les forzó a huir y buscar asilo más allá de la frontera. Oxfam trabaja asegurando la distribución de agua y los sistemas de saneamiento y promocionando medidas de higiene para todos los habitantes de Djabal. Así mismo, la organización desarrolla actividades para mejorar la seguridad alimentaria de los refugiados en el ámbito de la agricultura y ganadería. Irina Fuhrmann, nuestra oficial de medios sobre terreno, nos cuenta una de esas iniciativas. © Irina Fuhrmann/Intermón Oxfam

Hace tan sólo un mes que el nuevo puesto de venta de carne en el campo de refugiados de Djabal está en marcha y todavía brillan las planchas de zinc con las que ha sido construido.

Arbab Omar Mahamat, uno de los 80 carniceros que se turnan para vender su mercancía en el mercado, se muestra orgulloso del nuevo espacio, tratando de igualar el brillo de su cuchillo con el del local.

A primera hora de la mañana, sobre los mostradores de caña, los carniceros colocan las piezas que venderán durante la jornada. Aquí todo se come, desde las vísceras más grandes hasta los intestinos desecados al sol, todo en pequeñas cantidades para complementar, el día que se puede, la dieta de los refugiados instalados en Djabal.

“Siempre hemos vendido en este mismo lugar, junto al mercado, pero antes de tener esta estructura de venta que Intermón Oxfam nos ha facilitado, exponíamos la carne en el suelo, con los problemas de higiene que esto conlleva”, cuenta Arbab, quien ya trabajaba como carnicero en su país, antes de tener que huir hacia Djabal en el 2004.

El nuevo puesto de venta, construido por encima del suelo y con paneles tipo mosquitera para evitar la entrada de insectos, cuenta con dos espacios separados: uno para la carne de bovino y otro para la carne de cordero. “A pesar de que tenemos que seguir espantando algunas moscas en el mostrador, este sistema impide que los insectos nos invadan la mercancía. Además, al estar protegida del sol, la carne se mantiene más tiempo en condiciones” explica Ardab.


Hombres, mujeres e incluso niños acuden a comprar la carne. Mahammat, cuya madre le ha encargado la compra de una pequeña pieza de cordero para la comida, está contento de poder ver la carne antes de escogerla, para asegurarse el trozo que se lleva es de buena calidad.

“Los compradores aprecian el nuevo puesto, pero, lamentablemente, la situación económica de este año ha hecho disminuir enormemente la venta de carne, aún incluso cuando hemos bajado los precios”. El incremento del precio de los cereales – básicos en la dieta de los habitantes de la zona - hace que cada vez sean menos las familias que pueden permitirse comer carne.

Arbab, que sueña con poder volver a Sudán tan pronto la situación de seguridad lo permita, proyecta su futuro: “cuando yo y mi familia volvamos a nuestro país, quiero seguir vendiendo carne en estas mismas condiciones de higiene y evitar así cualquier tipo de contaminación”.
Leer más...

viernes, 12 de noviembre de 2010

El cólera llega a Puerto Príncipe

Coco McCabe es la oficial de medios de Oxfam America en Haití. Desde el terreno nos cuenta cual es nuestra respuesta al brote de cólera.

El gobierno haitiano confirmó hace unos días que 115 personas en Port-au-Prince están siendo atendidas en el hospital debido al brote de cólera que se produjo hace unas semanas en la región productora de arroz de Artibonite, al norte del país. El brote aumentó el temor de que su propagación a la capital, devastada por el terremoto, podría provocar una nueva emergencia.En Oxfam estamos profundamente preocupados porque la enfermedad, que ya afecta a más de 8.000 personas y de las que más de 540 han fallecido, ha llegado a la ciudad donde innumerables familias todavía están hacinadas en campamentos improvisados dispersos en las colinas desde que el terremoto de enero destruyó sus hogares. Más de un millón de personas permanecen sin hogar. Las fuertes lluvias e inundaciones causadas por el huracán Tomas probablemente han hecho que se propague el cólera, especialmente teniendo en cuenta las condiciones de saneamiento en el país.

Pero desde el comienzo de la epidemia e incluso desde los primeros días tras el devastador terremoto, Oxfam se ha estado preparando para la posibilidad de que se diera un brote en la capital. Proporcionar a las personas con agua potable, saneamiento y educación en higiene es la única manera de prevenir la propagación de enfermedades como el cólera. Oxfam está proporcionando estos servicios a 315.000 personas en el área de Port-au-Prince.

La organización se centra ahora en reforzar los programas que dirige en los asentamientos en los que ha estado trabajando desde el terremoto. La cloración del agua y el aumento de la limpieza de las instalaciones de saneamiento, así como la organización de sesiones de formación en preparación de sueros y tratamientos de rehidratación casera, son algunas de las actividades. Además, Oxfam también está formando a sus trabajadores y a miembros de la comunidad para que realicen la detección de enfermedades como el cólera.

En la provincia de Artibonite, al norte de la capital, Oxfam Internacional cuenta con un equipo de cerca de 25 empleados trabajando en un proyecto de agua, saneamiento e higiene que está beneficiando a cerca de 100.000 personas en una zona conocida como Petite Riviere. El programa incluye la distribución de tabletas de purificación de agua, jabón, cubos, y sales de rehidratación oral. Oxfam está también llevando a cabo reparaciones y construcciones de pozos y purificando el agua que extrae de los mismos.

Pero lo más importante, la organización está llevando a cabo una campaña masiva de educación sobre higiene que incluye la difusión de mensajes de radio regularmente, así como la capacitación de miembros de la comunidad para compartir información sobre cómo detener la propagación de la enfermedad. También forman parte del programa sesiones públicas a gran escala de sensibilización.

"La única manera de detener la propagación del cólera es que cada persona tenga buenos hábitos en cuanto a higiene”, dice la oficial de prensa de Oxfam en Haití, Julie Schindall. "Eso es tan simple como lavarse las manos y beber agua limpia."

Este tipo de mensajes y la red de servicios de agua y saneamiento que se han establecido en los campos de los alrededores de Port-au-Prince han marcado la diferencia. En los casi 10 meses que han pasado desde el terremoto, no se había producido en la capital un brote tan importante de enfermedades transmitidas por el agua.

“A ahora, claramente, debemos destinar más recursos al tratamiento de lenfermos y contener la propagación de la enfermedad”, añade Schindall.

“Uno de los desafíos en la lucha contra enfermedades como esta es la falta de infraestructuras básicas en todo el país y la falta de capacidad gubernamental”, agregó Schindall.

"Es evidente que en el largo plazo tenemos que reforzar la capacidad del gobierno para proteger a las personas", dijo Schindall.

Leer más...

jueves, 28 de octubre de 2010

¡Esta enfermedad no nos puede tumbar!


Julie Schindall es la responsable de medios de Oxfam en Haití. Nos cuenta en este blog sus impresiones durante nuestra respuesta al brote de cólera en al región de Artibonite. En la imagen, un grupo de expertos en salud pública se reúne antes de su jornada. © Julie Schindall/Oxfam


En la provincia de Artibonite, en el centro de Haití, parece no haber otra cosa que agua. A medida que conducíamos por esta región azotada por el cólera el pasado domingo, tres días después de que pusiéramos en marcha nuestra respuesta de emergencia al brote, veía agua por todas partes. En los arrozales, en los canales de riego, en los pequeños ríos, en los pozos y en los charcos…


Hacia el interior, dirigiéndonos a nuestro lugar de trabajo, nos detuvimos a preguntar la dirección exacta. Salí del coche para atender una llamada de teléfono. Hablaba en directo para una radio del Reino Unido, cuando miré hacia abajo, observé a un cerdo muerto que yacía en una charca de agua estancada. A pocos metros, una mujer lavaba ropa, mientras sus hijos jugaban desnudos en el patio. El calor abrasaba mi cuello. Miré fijamente todo ese agua. Ni una sola gota era apta para beber.


En Haití, incluso antes del terrible terremoto del 12 de enero, menos del 20% de la población tenía acceso a un lavabo. Sólo la mitad de la población tenía agua potable. Estas estadísticas corrían por mi cabeza a medida avanzábamos al lugar donde se encontraba nuestro equipo de emergencia, los expertos en salud pública enviados a Petite Riviere, nuestra área de acción con una población de 100.000 habitantes.


He vivido en Haití durante siete meses, fui enviada aquí como parte del equipo de la respuesta de Oxfam al terremoto. Todos los días estoy rodeada de pobreza y desigualdad, ambas grotescas. Pero hoy, en la zona afectada por el cólera, en Artibonite, en medio de la emergencia más reciente de Haití, me siento enojada. Este es el granero de arroz de este país. El presidente Preval proviene de esta región. Pero aquí, en Artibonite, la mayoría de la gente no tiene un lugar privado e higiénico donde hacer sus necesidades. Beben agua sucia del río. Sus niveles de educación son tan bajos que muchos de ellos no saben de la importancia de lavarse las manos ni como conservar debidamente los alimentos.


Colaboración ciudadana

Una pequeña multitud se reúne frente a una casa de derruida junto a la carretera. Los expertos en promoción de la salud pública de Oxfam están negociando un contrato con una emisora de radio local. Pues estamos difundiendo mensajes sobre buenas prácticas de higiene, como lavarse las manos, para 100.000 personas. Me acerco a Jane, nuestra responsable en salud pública, y le pregunto cómo va el proyecto.


"Va a ir bien. Tenemos mucho que hacer en lo que respecta a la educación y sensibilización, pero va a ir bien ", dice con calma.


Jane tiene a su espalda años de experiencia trabajando en países de todo el mundo, y no es la primera vez que ve un brote de cólera. Jane tiene una lista de cosas por hacer: distribución de jabón, sales de rehidratación oral y tabletas de purificación de agua para 40.000 personas, la capacitación de líderes comunitarios sobre buenas prácticas de higiene para que sean ellos los que formen a sus amigos y vecinos en este aspecto, la reparación de pozos y la purificación de las fuentes de agua naturales.


Unas horas más tarde, nos reunimos en nuestro nuevo almacén: una nave para procesar el arroz que la comunidad que nos ha ofrecido, pues dijeron que querían ayudar a detener el cólera. Decenas de hombres del barrio ayudan a descargar un camión lleno de cubos y jabón. Se les ve muy emocionados -muchos de ellos sin zapatos- mientras nuestro personal daba en voz alta las instrucciones sobre la cantidad de cubos que disponer para cada distribución.


Nuestra última parada antes de regresar a Port-au-Prince es el hospital de St. Marc, donde cientos de personas enfermas se agolparon en el suelo durante las primeras 48 horas del brote. Pero en el atardecer del domingo, el hospital está tranquilo y en calma. Médicos y enfermeras que hablan en voz suave se hacen cargo de las ordenadas hileras de camas y de los goteros. Un hombre con un megáfono está transmitiendo mensajes que fomentan el lavado de manos y acerca de que solamente se ingieran alimentos cocinados. Mientras pasamos por la instalación de desinfectado con cloro y caminamos de regreso al coche, nuestro asesor en agua y saneamiento asiente satisfecho con la cabeza. "Vamos a poner fin a este cólera", dice. "Esta enfermedad no nos puede tumbar”.
Leer más...

martes, 19 de octubre de 2010

Manos limpias, enfermedades lejos

Abdullah Ampilan es uno de nuestros oficiales de Promoción de la Higiene y Salud Pública en el estado de Warrap, en sur de Sudán. El pasado 15 de octubre se celebró el Día Mundial del Hand Washing (lavado de manos). A continuación nos explica de qué modo lo hicieron en Gogrial oriental, una de las zonas donde trabajamos en agua y saneamiento.

Foto: Demostración de cómo la varse las manos. © Ampilan Abdullah / Intermón Oxfam

“Si te lavas las manos, previenes enfermedades” dice Angelo Machol de 15 años, uno de los alumnos de la escuela primaria Ruot, de Gogrial oriental, en el estado de Warrap (sur de Sudán). Cuando le pregunté qué pensaba hacer tras la celebración del Día Mundial de Hand Washing (lavado de manos) el pasado 15 de octubre, me dijo que iría directo a su casa, que hablaría con sus padres y que empezarían a promover esta práctica entre su familia.

Intermón Oxfam a través de su programa de Promoción de la Salud Pública, que coordina con el Ministerio de Educación y el Ministerio de salud, ha apoyado y participado en la celebración de este día. El evento tiene lugar anualmente en 80 países y cuenta con la participación de millones de niños, escuelas, centros sanitarios e instituciones educativas.

A la fiesta de la escuela de Ruot acudieron niños, representantes de los dos ministerios citados y miembros de las comunidades locales. Durante el acto, los pequeños jugaron a contarnos las relaciones entre el hecho de lavarse las manos o no y enfermedades como la diarrea mediante canciones y bailes.

“Me gustan los juegos como estos. Me divierto y además aprendo de ellos. Luego también puedo enseñar a otros niños lo importante que es lavarse las manos”, dice la pequeña Mary Athieng de 7 años.

Alfred Agoth, jefe de estudios de la escuela, estaba exultante con la celebración. Según sus palabras, han sido muy afortunados y afortunadas de que su centro haya sido el elegido para ello. “Es la primera vez que tenemos este tipo de actos en nuestra escuela. Sé que algo bueno nos sucederá después de esta fiesta”, añade Agoth.

De hecho, esta es la primera vez que se celebra esta fiesta en el la provincia de Gogrial Este, según Chirrilo Yor Arop, funcionario del Ministerio de Salud. “Es muy importante involucrar a los niños en las campañas para lavarse las manos pues son ellos los más afectados por la diarrea”, añade.

Según cifras de UNICEF, alrededor de 4.000 casos de diarreas afectan anualmente a niños menores de cinco años. Los más pequeños son también los más proclives a padecer diarrea ya que se deshidratan y presentan cuadros de malnutrición mucho antes que los adultos.

El responsable de Agua, Saneamiento e Higiene de Intermón Oxfam, Mohammed Bedri, asegura que los jóvenes son muy responsables en cuanto a las enfermedades e infecciones derivadas de las malas condiciones sanitarias e higiénicas. Lavarse las manos con jabón es una gran contribución a la lucha contra enfermedades relacionadas con el agua en mal estado. Bedri hace hincapié en que los juegos son una de las mejores maneras de difundir las buenas prácticas de higiene entre los más pequeños.

Intermón Oxfam apoya a unas 60 comunidades en todo el país en cuestiones de agua, saneamiento y promoción de la higiene.

Nota: Este proyecto cuenta con el apoyo de ECHO, BSF y todas las personas que hacen un donativo a esta emergencia.

Leer más...

viernes, 15 de octubre de 2010

16 de octubre. Día Mundial de la Alimentación

"Ella es increíble. Su historia es realmente digna de elogio ", exclama Sara Karimbhoy, directora de Intermón Oxfam en sur de Sudán cuando se refiere a una madre soltera con discapacidades auditivas que asiste regularmente a las sesiones de aprendizaje y reuniones de Intermón Oxfam.

Foto: Amou posa con el sorgo que ha cultivado. Está feliz de ver que las plantas crecen bien. Después de la foto, también estaba muy feliz. Era la primera vez que posaba para una foto. © Ampilan Abdullah / Intermón Oxfam

Una madre soltera sordomuda inspira a su comunidad y al personal de Intermón Oxfam en sur de Sudán.

Amou Wol, de 20 años, nació sana pero una meningitis le robó los sentidos del habla y de la audición cuando tenía cuatro años. Sus padres se quedaron sorprendidos cuando, una vez recuperada de la enfermedad, Amou ya no podía hablar ni escuchar nunca más. Su mundo cambió totalmente y se transformo en un silencio absoluto. Tanto a ella como a su familia les llevó tiempo aprender el lenguaje de signos.

Desde entonces, se las ha estado apañando para poder comunicarse y hacerse entender por los habitantes de su pueblo en Pathuon del este, en Gogrial Oriental, estado de Warrap.

Ella es una de las más de 1.000 mujeres beneficiarias de la distribución de semillas y herramientas agrícolas que componen nuestro proyecto de Seguridad Alimentaria para 11 comunidades de la zona. Amou siembra tanto sorgo como maní (cacahuete) al mismo tiempo que comienza una nueva vida con su hija de tan solo 6 meses de edad.

Foto: Los tomates son uno de los frutos que componen el proyecto de seguridad alimentaria que Intermon Oxfam promueve en la comunidad para la producción de hortalizas. Aparte de favorecer la variedad de alimentos a la dieta de sus familias, las mujeres venden el excedente de su cosecha en el mercado. © Ampilan Abdullah / Intermón Oxfam

Según Baak Wol Baak, el tío de Amou que nos hacía de intérprete, está intentando vivir de forma independiente aunque siempre bajo la supervisión de sus padres. Deja a su bebé a su hermana menor cada vez que va a la granja o asiste a las reuniones.

Amou se expresa a través de sus manos y del lenguaje corporal. Nos hace entender que con la ayuda que recibe de Intermón Oxfam y de su familia, ella sola puede criar a su bebé. Su sueño es enviar a su hija a la escuela para que algún día la niña pueda ayudarla a sobrellevar la vida de cara al futuro. A ella ya no le preocupa su situación de madre soltera. El padre de la niña la dejó al saber que estaba embarazada. Se negó a casarse con ella.

Esta madre soltera se ha convertido en toda una fuente de inspiración para los hombres y las mujeres de su comunidad. Sólo sonríe cuando la gente se comunica con ella como trabajadora. Ha aprendido muchas cosas de la vida a través de la observación. Desde que era ‘joven’, siempre ha ayudado a su familia en el campo y en las tareas del hogar.

Basado en el último informe de la ONU, ha habido una disminución en la incidencia del hambre en los países en desarrollo. Pero, el hambre sigue siendo un problema importante en muchos países africanos. La escasez de alimentos en el sur de Sudán es uno de los mayores desafíos. Al igual que Amou, mucha gente en pueblos igual de remotos sigue luchando para poder proporcionar suficiente comida para sus familias. La celebración del Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre pone de relieve los problemas y el desarrollo en la producción de alimentos.

"Admiro a Amou. A pesar de su difícil situación, es miembro activo del Grupo de la Mujer en su pueblo. Siempre está muy atenta. Aplica los aprendizajes que adquiere en nuestras formaciones", comenta Jackline Akuol Akol, trabajadora local de Intermón Oxfam en Pathuon del este. Jackline cree firmemente que las mujeres son capaces de alterar el ciclo de la pobreza. Se alegra de corazón, pues ella misma es un agente de cambio en su comunidad.

El instructor gubernamental de Agricultura para el Gogrial Oriental, Martin Mangong Angong, elogia la participación de las mujeres en la obtención de alimentos para los hogares: "Conozco personalmente a Amou y estoy muy orgulloso de ella porque sirve como ejemplo concreto de lo que una mujer con encima discapacidades físicas puede hacer en la producción de alimentos". Martin añade que la tecnología que los hombres y las mujeres reciben de Intermón Oxfam se puede replicar en otras comunidades donde la inseguridad alimentaria y el hambre son las luchas de cada año.

Por Abdullah Ampilan, oficial de salud pública en Luyonkayer, sur de Sudán.



Nota: Este proyecto cuenta con el apoyo de ECHO, BSF y todas las personas que hacen un donativo a esta emergencia.

¡ Haz un donativo ahora!
Leer más...

viernes, 8 de octubre de 2010

Entrevista a nuestra directora de sur de Sudán

"Tras años de riesgo de hambruna, algunas comunidades de Sur de Sudán están logrando tener alimentos todo el año y proyectando más allá de la mera supervivencia".

Nuestra directora en el sur de Sudán, Sara Karimbhoy, reflexiona sobre el próximo referédum que podría darle la independencia a este territorio, y explica cómo nuestro trabajo está transformando la vida de las poblaciones más vulnerables. Y cuáles son los próximos desafíos en agua y seguridad alimentaria. ¡Lee la entrevista entera!


Nota: Este proyecto cuenta con el apoyo de ECHO, BSF y todas las personas que hacen un donativo a esta emergencia.

¡ Haz un donativo ahora!


Leer más...

jueves, 30 de septiembre de 2010

Inundaciones en Pakistán: Por qué el jabón es uno de los primeros productos en ser distribuido


Durante las devastadoras inundaciones que asolaron Pakistán, las personas no tuvieron apenas tiempo de salir de sus casas con sus hijos; mucho menos de salvar sus pertenencias o algunos productos básicos para la vida diaria.

"El agua llegó muy rápido. Sólo pudimos salvarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos. También algo de ropa… pero no nos dio tiempo ni siquiera a salvar la vajilla u otras cosas” explica Razia, madre de dos niños, Arbeli de cuatro años y Nadia de uno.

Ahora, a Razia le preocupa la salud de sus hijos. Tras hablar sobre el futuro, nos cuenta qué es lo que necesitan ahora. “Necesitamos jabón para lavar la ropa. La ropa de los niños se ensucia mucho y hay un montón de moscas… todos los días hay un montón de moscas alrededor de los niños. Me preocupa su salud”.

Las personas que viven en los cada vez más numerosos campos nos informan del gran número de enfermedades que están apareciendo, especialmente la diarrea. “Los niños padecen un montón de enfermedades cutáneas debido al agua, fiebre y diarrea”.

Todos los padres expresan su preocupación por sus hijos y los problemas que encuentran a la hora de mantenerse limpios.

Una de las primeras cosas que piden es jabón

Oxfam ha distribuido kits de higiene a más de 57.000 familias en la provincia de Sindh, ayudando así a unas 400.000 personas. Un día antes de distribuir los kits, el equipo registra el número de personas que viven en el campo y les entrega unas fichas que luego intercambian por los kits. Así se aseguran de que son las personas afectadas por las inundaciones quienes reciben los kits de higiene.

Otra madre, Sakina, nos explica: "Ahora mismo limpio las ollas con agua y ceniza porque no tenemos jabón. Preferiría usar jabón – es mejor para lavar, pero cuando tuvimos que dejar nuestras casas no tuvimos tiempo de coger muchas cosas, sólo algunas ollas. Ahora ni siquiera tenemos jabón para lavar la ropa… así es difícil mantener las cosas limpias, de manera que estoy muy contenta de que vayamos a recibir jabón y otras cosas de Oxfam”.

Efectivo y barato

Cada kit de higiene contiene 15 pastillas de jabón para uso personal y varias pastillas de jabón para lavar la ropa.

Así que si te preguntabas por qué Oxfam, ante toda esta devastación, está distribuyendo jabón… quizás esto lo explique:

Lavarse las manos con jabón es una de las formas más efectivas y baratas de prevenir enfermedades diarreicas y la neumonía, responsables de la muerte de más de tres millones y medio de niños menores de cinco años cada año. Basándonos en estudios recientes, lavarse las manos con jabón puede reducir el riesgo de contraer enfermedades diarreicas entre un 42 y un 47%, y, así, acciones formativas para concienciar sobre la importancia de lavarse las manos con jabón pueden salvar millones de vidas.

Durante una situación de emergencia, unas simples pastillas de jabón para lavarse las manos y el cuerpo o lavar la ropa mantienen a las personas sanas y les ayuda a recuperar su dignidad.
Leer más...

Alerta rápida para la protección de civiles

Nuestros compañeros y compañeras de Oxfam Australia organizan un encuentro sobre Acción Humanitaria y protección de civiles en Camboya..

Esta es la información resumida del evento:

Alerta rápida para la protección:
Tecnologías y prácticas para la prevención de las atrocidades y delitos masivos

3-4 noviembre, 2010
Phnom Penh Hotel, 53 Boulevard Monivong, Phnom Penh, Camboya

La conferencia explorará una serie de cuestiones.

- ¿Cuál es el papel de las nuevas tecnologías en materia de alerta rápida de los conflictos y cómo interactuar con los sistemas de vigilancia más tradicionales?
- ¿Cómo podemos aprovechar, coordinar y utilizar la cantidad a veces abrumadora de información disponible?
- ¿Qué sistemas y mecanismos se pueden poner en marcha para asegurar una alerta rápida cuando se da?
-¿Cómo funciona el sector humanitario eficazmente con las comunidades en riesgo una vez la alerta ha sonado?
-¿Cómo puede un cambio de actitud y comportamiento político hacer descender la violencia?

Toda la información en la web de Oxfam Australia
. Leer más...

Sur de Sudán: mitigando el hambre en Gogrial Oriental


"Hemos pasado hambre debido a la sequía. Espero que la diversificación de nuestras fuentes de alimentos nos ayude a enfrentar una nueva sequía sin hambre", Justin Madut, agricultor (32) que vive en la aldea de Malual Kuel, en el estado de Warrap, sur de Sudán.

La familia de Justin y Abang es una de las 2.235 beneficiarias del programa de seguridad alimentaria de Intermón Oxfam, iniciado en abril de 2010 que incluye la distribución de semillas y de herramientas. Al igual que muchas otras familias del condado de Gogrial Oriental, se vieron gravemente afectadas por la sequía de 2009, que duró seis meses. Justin, Abang y sus cinco hijos e hijas sólo comía una vez al día durante esa época. E incluso, tuvieron que vender sus animales para poder alimentarse.

"El equipo de Intermón Oxfam no sólo nos ayudó con las semillas y las herramientas, sino que también nos capacitaron para mejorar nuestras prácticas agrícolas", nos explicó Justin.

Al igual que otras 11 comunidades beneficiarias, Justin y su gente está expandiendo su actividad agrícola a diferentes cultivos como el sorgo, el maní (cachuete), la yuca y una variedad de verduras.

El proyecto también promueve entre las mujeres la producción de vegetales. Al menos 30 mujeres en diez aldeas han recibido formación para el cultivo de hortalizas. Reciben seis variedades de hortalizas y herramientas de cultivo.

El campesinado de estas zonas siempre había utilizado el sistema de agricultura convencional. Cultivan la tierra usando un simple pedazo de metal afilado llamado "pur", y por eso se toman mucho tiempo y esfuerzos para cultivar una pequeña porción de tierra. Intermón Oxfam está trabajando para mejorar esta situación mediante la entrega de arados de bueyes.

Peter Patrick Opio, oficial de Seguridad Alimentaria de Intermón Oxfam, nos cuenta que con el entrenamiento apropiado y el seguimiento de las actividades junto a los/as beneficiarios/as, el aumento en la producción de alimentos y en los ingresos es realmente posible.

"Hay un montón de obras por hacer junto con la comunidad. Acabar con la inseguridad alimentaria exige un enfoque global y multisectorial basado en las necesidades de todas las personas involucradas. Veo que los aldeanos y aldeanas se esfuerzan por seguir las prácticas agrícolas recomendadas. Espero que con el tiempo las personas que han sido formadas puedan transmitir su conocimiento a más y más personas”, comentó Opio.


Por Abdullah Ampilan, oficial de salud pública en Luyonkayer, sur de Sudán.


Nota: Este proyecto cuenta con el apoyo de ECHO, BSF y todas las personas que hacen un donativo a esta emergencia.

¡ Haz un donativo ahora!



Leer más...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Agua potable para las comunidades remotas del sur de Sudán

“Estoy acostumbrada a luchar. Si no hubiese luchado, mi familia no hubiera tenido qué beber” cuenta Arek Mondeng, una ‘vieja’ niña de 13 años del sur de Sudán cuando le preguntamos sobre su experiencia al tener que ir a traer agua de otros pueblos.

Su pueblo del oeste de Toch, área del Gogrial oriental, en el estado de Warrap, está situado en un área alejada, donde el acceso al agua potable era un problema. Cuando la única bomba de agua manual de su comunidad se rompió, las personas se vieron obligadas a ir en busca de agua a otros pueblos vecinos, que están a más de una hora de camino.

Foto: Técnicos Oxfam reparan una bomba de agua dañada en Patuon. (c) Intermón Oxfam.

Los habitantes del pueblo de Arek, la mayoría mujeres y niñas como ella, solían luchar para ser las primeras en poder traer agua de la única fuente manual que existía. Y es que las comunidades vecinas generalmente prefieren que sus miembros se sirvan primero antes que las personas de otros pueblos llenen sus cubos. Esta situación calentaba el ambiente y generaba muchos conflictos en los puntos de agua, acabando inevitablemente en un gran alboroto.

“Hoy ya no tengo necesidad de pelear para conseguir agua para mi familia. La bomba de agua manual de mi comunidad ha sido reparada. Y eso me permite ir a clases con más regularidad”, nos cuenta Arek. La bomba manual del pueblo de Chur es una de las 14 bombas de agua manuales reparadas. En total, el equipo Intermón Oxfam de Agua y Saneamiento en sur de Sudán tiene previsto arreglar 64 bombas en al menos 60 comunidades alejadas más del estado de Warrap.

En el pueblo de Jarmou -en el este de Toch- las mujeres no tienen otra alternativa, cuando las bombas de agua están dañadas, de coger agua directamente del río o de los estanques, los cuales están muchas veces contaminados a causa de las crecidas. Las madres se quejan que sus hijos tienen diarreas frecuentemente cuando beben agua de estas fuentes.

Además del tormento que supone soportar largas caminatas, coger diarrea, y tener que luchar en los puestos de agua, las mujeres se enfrentan en el monte a otros peligros en su búsqueda por el agua potable. Tanto mujeres como niñas, encargadas tradicionalmente de traer agua a sus hogares, temen por su seguridad mientras caminan por el bosque.

Awut Majok, madre de seis hijos, dice que se siente feliz por ser miembro del Comité de Gestión del Agua de su comunidad en Jarmou. “Gracias a la formación que recibimos, podemos cuidar de nuestras bombas de agua y repararlas cuando se estropean”, revela Awut.

“La mayoría de los comités de gestión del agua a nivel local ya no funcionaban. Estamos reactivando estas estructuras y dotándolas de las competencias necesarias para que puedan ser autosuficientes y gestionar sus puntos de agua de forma autónoma”, explica Evarest Ochola, oficial de Agua y Saneamiento de Intermón Oxfam.

Foto: Evarest Ochola (con camiseta Oxfam) discute con el jefe del pueblo de Warabiei el proceso de reparación de las bombas manuales de agua. (c) Abdullah Ampilan/ Intermón Oxfam

Según Evarest, además de las reparaciones de las bombas existentes, Intermón Oxfam tiene previsto perforar 15 nuevos puntos de agua en pueblos especialmente vulnerables. Intermón Oxfam está trabajando estrechamente con el Departamento de Abastecimiento de Agua Rural y Saneamiento (RWSSD en inglés) del gobierno para retomar los principales problemas relacionados con el acceso al agua potable.

Oliver Mou, director del RWSSD, afirma que la intervención de Intermón Oxfam es de gran ayuda al trabajo desarrollado por el departamento para salvar brechas y solucionar las principales cuestiones relacionadas con el agua en la región. Él cree que, poco a poco, los graves problemas de agua se solucionarán a medida que el gobierno y las ONG colaboren y complementen sus actividades.

Durante su visita a terreno, la directora de Intermón Oxfam en sur de Sudán, Sara Karimbhoy, ha apreciado los esfuerzos del equipo de Agua y Saneamiento que está trabajando en esas comunidades tan remotas y de difícil acceso para acercar el agua potable a esas personas. Según sus palabras, el agua es elemento indispensable para preservar la salud y mejorar las condiciones de vida de las personas.


Por Abdullah Ampilan, oficial de salud pública en Luyonkayer, sur de Sudán.


Nota: Este proyecto cuenta con el apoyo de ECHO, BSF y todas las personas que hacen un donativo a esta emergencia.

¡ Haz un donativo ahora!



Leer más...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Inundaciones en Pakistán: Llevando ayuda a pie al Alto Valle del Swat


La gente del Alto Valle del Swat ha estado viviendo una pesadilla desde que las inundaciones empezaron. Han estado casi completamente aislados del resto del país. Para cientos de miles de personas, los helicópteros han sido la única vía de ayuda desde que las aguas empezaron a subir.


Lo que más me preocupa como trabajador de Oxfam es la escasez crónica de agua potable en muchos de estos lugares. Peor aún, muchas personas están tan desesperadas que beben agua del río: las tuberías que normalmente les traían agua fresca desde los manantiales han sido arrancadas por las inundaciones.

Pero el agua del río no está limpia y estamos preocupados por posibles brotes de enfermedades. Hemos escuchado de personas que están sufriendo diarreas cada vez más a menudo.

Recién tras dos semanas y media desde que empezaron las inundaciones, las aguas han empezado a retroceder en Swat. Hemos decidido que este es el momento para intentar ir y ver con nuestros propios ojos la situación en terreno.

Camino a Bahrain
El equipo, conformado por mí y otros cinco compañeros, comienza el viaje en Mangora en el Bajo Swat con el objetivo de llegar a la ciudad de Bahrain, una ciudad del Alto Swat. El camino ha estado cortado por semanas y sólo es accesible a pie.

Llevamos con nosotros 100.000 bolsitas de polvos purificadores de agua, empacadas en 400 pequeñas cajas. Cada bolsita puede purificar 10 litros de agua en sólo 20 minutos. Esto hace la diferencia entre un niño o niña enferma y uno sano.

Partimos desde Mangora a las 9 de la mañana en coche. Aún llovía muy fuerte. Como pakistaní, nunca he visto unas lluvias como éstas en mi vida. Un viejo hombre del pueblo nos dice que recuerda una gran inundación en 1929, pero que nada se comparaba con esto. Esto es único en la historia de mi nación.

Una hora y media más tarde, sólo hemos logrado llegar al pueblo de Fatehpur, donde nos cuentan que carreteras y puentes que están más adelante, están destruidos. Tenemos que dejar el coche e irnos a pie. Contrato a ocho trabajadores para que nos ayuden a llevar nuestras cajas.

Mientras caminamos, no puedo dejar de mirar las casas, hoteles y tiendas alrededor mío. Son edificios de concreto que han colapsado como si hubiesen estado hechos de papel. Es difícil de creer que sólo el agua puede causar toda esta destrucción y miseria.

Fangoso y resbaladizo
Tras caminar por una hora y media, nos detenemos en el camino y alquilamos otra camioneta. Esta vez, alcanzamos a llegar al pueblo de Jarri donde otro puente ha colapsado y debemos volver a caminar a pie.

Ahora nuestra caminata es más difícil ya que la pista está fangosa y resbaladiza. Intentamos llegar al pequeño pueblo de Madain, donde por tercera y última vez en este día, debemos buscar otro vehículo. Pero sólo logramos andar dos o tres minutos antes que otro puente colapsado nos detenga en nuestro camino.

No estamos solos en nuestro viaje. Nos detenemos y conversamos con algunos hombres. La mayoría de ellos viene de lejanas partes del Alto Swat y han caminado como mínimo un día. Han ido hacia Fatehpur a recoger alimentos entregados por organismos de ayuda. Para la mayoría, ésta será la única comida a la que tendrán acceso durante varios días. Van cargados de sacos de harina, aceite, arroz, legumbres, azúcar, sal y galletas, que llevan sobre sus espaldas, lo que será suficiente para mantener a sus familias por una semana o más.

Hay dos mujeres también, recogiendo agua del río para sus familias. Saben que no deberían beberla. Que podría poner a sus hijas e hijos enfermos. Pero no tienen otra elección.

Estas personas no tienen dónde ir. La gente del Swat es muy pobre y no pueden darse el lujo de irse a otro lugar y arrendar una casa. Y no quieren dejar sus hogares ni su ganado. Las personas más afortunadas tienen familiares con quienes pueden quedarse, pero cada vez es más difícil encontrar personas que no hayan sido afectadas por las inundaciones.

Cruzando puentes improvisados
Comienza a llover más fuerte, forzándonos a caminar más lento. Es difícil mantener el paso si estás lleno de lodo. Estamos luchando por avanzar, pero nadie se queja.

Hay momentos aterradores también. Porque muchos puentes han sido completamente barridos por el agua y las personas locales han improvisado soluciones con lo que tienen a mano. Hemos cruzado numerosos puentes que están hechos con trozos de maderas anudados entre sí con cuerdas. Son un poco peligrosos.

Cruzo sosteniéndome con fuerza mientras el puente se sacude lado a lado. Lo que más me preocupa es mi equipo. Llevo a cinco personas de Oxfam conmigo más los trabajadores que he contratado en el camino.

Finalmente, tras unas cuatro horas de dura caminata, llegamos a Bahrain a las 4 de la tarde. Estamos cansados y mojados, pero sabemos que ha valido la pena. Gestionamos la distribución de las bolsitas purificadoras a cerca de 3.000 hogares. Con 30 bolsitas, cada familia podrá tener agua potable por 15 días. Volveremos de nuevo hoy y todas las veces que sea necesario. Necesitamos trabajar juntos para ayudar donde más se necesita.

Qasim Berech, 30, es experto en salud pública de Oxfam en Pakistán. Ha viajado al Alto Valle del Swat el pasado 16 de agosto.
Leer más...

jueves, 26 de agosto de 2010

Un paseo para recordar...


"A veces en nuestras vidas se cruzan caminos en un viaje que sólo el destino dirá cuál es su principio y cuál es su final. Ésta es una historia de luchas, sacrificios y supervivencia. Una historia de gente común respondiendo a las llamadas de la naturaleza salvaje."


Todo comenzó del fondo del corazón, del deseo de ser de ayuda a personas y comunidades vulnerables. Al principio, unas cuantas cabezas pensantes salieron con la idea de poner una pequeña base en un lugar recóndito de la vasta área boscosa, en el corazón del estado de Warrap. El lugar es refugio de diferente flora y fauna, rico en prácticas culturales y de belleza panorámica. El proyecto, que empezó como una pequeña idea, creció y ahora es ejecutado por 6 expatriad@s que cuentan con el respaldo de 32 personas nacionales. Iniciado en abril de 2010, éste es el proyecto de Intermón Oxfam para el apoyo a comunidades vulnerables en la zona del Gogrial oriental, con el patrocinio de la AECID, ECHO y la BSF-IA.

La carretera menos transitada
Luonyaker, donde se encuentra situada la oficina de Intermón Oxfam en Gogrial oriental, está a una hora y media de viaje de Wau, al este del sur de Sudán. El camino está todavía en construcción. Suele ser fangoso y resbaladizo en los días de lluvia y polvoriento en los días soleados. Durante los primeros días del proyecto, los arbustos a lo largo de la carretera estaban secos y estériles. A partir de junio, cuando empezaron las lluvias, el verde ha facilitado vistas relajantes y de gran belleza para los ojos.

De la nada
El clima cálido y húmedo, y la infertilidad de la tierra en la estación seca, hicieron que surgiera en Luonyaker la base en terreno de Intermón Oxfam. Apartada de la maleza nació la ONG internacional más joven del estado Warrap. Gente de toda condición pasan por nuestro complejo para ver cómo la base se desenvuelve con garbo.

El poder de las mujeres
Tradicionalmente, las mujeres en Warrap son las que hacen la mayoría de los tukul (casas con techos de paja). Su ingenuidad resulta ser tan hermosa como ellas. Los hombres erigen la base y la estructura, mientras que las mujeres ponen el cemento, instalan los suelos y el techo del mismo. Son los hombres los que terminan la parte puntiaguda del tejado. El reparto de tareas/poder en la provisión de refugio se hace de manera equitativa. La construcción de bases es también una manera de generar ingresos para los locales, especialmente durante los meses de escasez.

Sigue leyendo en la web de Intermón Oxfam o descárgate la versión original en inglés (pdf, 3 Mb). Por Abdullah Ampilan, oficial de Salud Pública en Luonyaker.

Leer más...

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las lluvias que debían haber traído esperanza


Caroline Gluck es oficial de medios de Oxfam Gran Bretaña (OGB). Se encuentra en Níger cubriendo la respuesta humaniatria de Oxfam a la hambruna y a las inundaciones que azotan el páis. Caroline, nos describe en este post la situación.

Issouf Ali, de 21 años, me lleva a lo largo de lo que solía ser el camino a su casa. Ahora se parece a un río. Se adentra en el agua y me señala lo que fue su hogar. Todo lo que queda son algunas paredes de adobe. Unos cuantos cubos, un par de chanclas y algunos utensilios de cocina se encuentran esparcidos por el suelo.

Issouf y su familia se han unido a más de 300 personas que se refugian en un centro juvenil en su barrio, en la capital, Niamey. Tienen poco con ellos. Y sus principales medios de vida - el cultivo de hortalizas para vender en el mercado - también ha sido aniquilado por las fuertes lluvias que han causado las peores inundaciones desde hace más de ochenta años en níger.

"Estábamos tan contentos de tener lluvias en Níger", me decía. "Cuando tenemos lluvia, podemos plantar. Nuestros jardines pueden crecer y tenemos que comer y vender. Pero cuando llegaron las lluvias la semana pasada, el agua inundó todo. Las barreras de protección se derrumbaron”

"Lo perdimos todo, nuestra casa, nuestro jardín, nuestras ropas y otras pequeñas cosas. Hemos perdido 15 parcelas para las verduras”.

La sequía primer lugar, después las inundaciones
"Es Ramadán ahora. Debe ser la época más ocupada del año para nosotros, porque todo el mundo va al mercado para las compras. Creo que perdimos 150.000 CFA cuando nuestros jardines fueron destruidos", decía.

En esta época del año, la mayoría de nigerianos, como Issouf, estaría orando para que vinieran más lluvias para que sus cosechas crecieran más y más fueres. La irregularidad de las lluvias y la sequía han sido una de las principales causas de la actual crisis alimentaria en Níger y en muchas partes de la región del Sahel. Alrededor del 50% de la población que sufre hambre en Níger lo hace debido a las malas cosechas.

Ahora las lluvias han llegado y en algunos casos, han venido con furia. Algunas partes del país se han visto afectadas por los aguaceros intensos e inundaciones, destruyendo casas, carreteras, puentes y matando a millares de animales. La ONU señala que más de 67.000 personas han perdido sus hogares en la última semana y seis personas han muerto desde que se iniciaran las lluvias a finales de julio.

El río Níger - que fluye a través de nueve países de África occidental - ha alcanzado su mayor nivel en más de 80 años. En la capital de Níger, Niamey, más de 6.000 personas se vieron afectadas cuando el río creció, destruyendo casas e inundaciones huertas y campos de arroz.

Riesgo de enfermedades transmitidas por el agua
Oxfam está proveyendo kits de higiene y limpieza, instalando tanques de almacenamiento de agua y conectando las comunidades a los sistemas de distribución de agua.

Pero no es sólo la capital la que se ha visto afectada por graves inundaciones. En varias regiones, las lluvias han arrasado carreteras y puentes, destruyendo las cosechas y matando a miles de cabezas de ganado.

El pueblo de Kazoé, en la región de Zinder, se vio afectado por graves inundaciones. 180 casas fueron destruidas, más de 1.200 ovejas murieron y 135 jardines y 30 hectáreas de campos inundados. Nuestro viaje a la aldea - normalmente unos 45 minutos en coche desde la provincia de Goure - nos llevó más de dos horas y media porque los caminos y puentes estaban inundados.

Oxfam y sus socios han estado distribuyendo alimentos suministrados por el Programa Mundial de Alimentos a las comunidades de la provincia. "Se suponía que todo se terminaría en cuatro días", dijo Mai Abdou, quien está a cargo de la operación. "Pero, dos semanas después, todavía no hemos terminado. Es todo por las fuertes lluvias. A nivel logístico, las cosas han sido muy difíciles. Ha habido un pueblo que ha permanecido aislado durante una semana debido a las lluvias," me dijo.

Las lluvias han llegado temprano este año. La preocupación es que las inundaciones obstaculizarán la entrega de la ayuda que tanto necesitan las comunidades. También se teme que las inundaciones traigan enfermedades transmitidas por el agua. Con ellas, aumenta el riesgo de la malaria y diarrea poniendo en serio riesgo a los más vulnerables: los niños menores de cinco años, ya muy debilitados debido a la falta de alimentos.

Después de una larga sequía, las lluvias supuestamente deberían traen esperanza. Pero, en muchas áreas, sólo han traído más penuria.
Leer más...

viernes, 20 de agosto de 2010

Día Mundial Humanitario en Luonyaker


Luonyaker, sur de Sudán - El equipo de Intermón Oxfam en Luonyaker nos unimos a Naciones Unidas y al mundo entero en la sensibilización del público acerca de la labor humanitaria celebrando el segundo Día Mundial Humanitario el 19 de agosto de 2010.

El equipo supo de la existencia de la celebración hace cinco días debido al escaso acceso que tenemos a la información proveniente del mundo exterior. El equipo, compuesto de 38 personas, tanto expatriad@s como personal nacional, nos hemos reunido en una oficina temporal para saludarnos y compartir lo felices que estamos de prestar ayuda humanitaria.

En 2008, la Asamblea General de Naciones Unidas acordó designar el 19 de agosto de cada año como Día Mundial Humanitario y hacer hincapié en tres puntos principales: llamar la atención sobre las necesidades humanitarias existentes en todo el mundo; explicar -de manera sencilla y visual- en que consiste el trabajo humanitario; y recordar a todas aquellas personas que han perdido la vida en servicio humanitario.

"No sabía que hoy era el Día Mundial Humanitario, porque no tenemos ni radio, ni televisión, ni periódico", dice Jackline Akuol Akol, de 20 años, trabajadora de la sección de Alimentación en nuestro proyecto de Seguridad Alimentaria. Ella me confiesa que es feliz y que está motivada porque siendo humanitaria puede ayudar a su comunidad. "Con el tipo de trabajo que tengo, estoy aprendiendo a trabajar con dedicación", agrega.

Intermón Oxfam es la nueva ONG internacional que ha abierto, desde abril de 2010, una base en el área de Gogrial oriental, en el estado de Warrap. En la actualidad, estamos ejecutando proyectos de Seguridad Alimentaria, Agua y Saneamiento y Promoción de la Higiene, financiados por la AECID, ECHO y BSF.

La base Intermón Oxfam de Luonyaker está emplazada en Warrap cerca de la frontera entre el Norte y el Sur de Sudán. La zona se halla dentro de la selva profunda, sin electricidad ni instalaciones de agua. Nos comunicamos utilizando la radio ya que el teléfono móvil e Internet son un problema. El área es muy llana y ancha, por lo tanto con frecuencia se inunda. Esto hace que los desplazamientos en vehículo para acceder a las zonas de los proyectos sean más difíciles.

Uno de nuestros técnicos de Agua y Saneamiento, Giir Mou Giir, de 34 años, dice que a él le inspira trabajar con organizaciones humanitarias como Intermón Oxfam porque le enseña cómo ser útil para su comunidad. A pesar de sus dificultades físicas (le han operado en la rodilla derecha debido a una infección), Giir logra caminar cada día los 6 kilómetros que separan su casa de la oficina. "Recuerdo que durante la guerra civil en mi país, las ONG nos dieron de comer en los campamentos de refugiados. Si no fuera por los humanitarios, hubiéramos sufrido aún más", Giir concluye.

Al igual que Jackline y Giir, el resto de las 32 personas que componen el personal nacional de Intermón Oxfam en Luonyaker no terminó sus estudios debido a la guerra civil vivida durante 25 años en Sudán. La mayoría de ellos han conseguido acceder a la educación en los campamentos de refugiados de países vecinos como Kenya y Uganda.

"Desde el fondo de mi corazón, me encanta la labor humanitaria. Me permite estar cerca de diferentes personas y culturas ", comenta Evarest Braxton Ochola, oficial de Agua y Saneamiento de Intermón Oxfam. Evarest destaca también el tipo de transparencia y rendición de cuentas que las organizaciones humanitarias tienen, que según él es más ideal. Se siente afortunado de poder apoyar a las poblaciones desfavorecidas a pesar de las dificultades a las que diariamente se enfrenta en el terreno.

La compasión y el amor por las personas es lo que motiva a Opio Peter Patrick, oficial de Seguridad Alimentaria, para trabajar mejor. "Me gusta la sonrisa que veo en los rostros de los beneficiarios y beneficiarias con los que trabajamos a pesar de su situación difícil. Quiero que sean felices y cambiar sus vidas para mejor ", dice Opio.

El oficial de Logística, Yasir Razzaq, supo por primera vez de la belleza de la labor humanitaria en su clase de ciencias sociales. Su pueblo en Pakistán se convirtió en un campo de refugiados, lo que le brindó la oportunidad de que se uniera a la labor humanitaria. "Los trabajadores y trabajadoras humanitarios ponen en riesgo sus vidas por una causa noble de prestación de asistencia a las personas afectadas por las crisis humanitarias. Tú te sentirás motivado a ayudar si tú ves a gente sufriendo y muriendo ", comenta Yasir.

A pesar de las muchas limitaciones a las que se enfrenta el personal de Intermón Oxfam en el terreno, Charles Dashe, responsable de la base, sigue sintiéndose muy feliz: "No tenemos fuente de alimentación eléctrica, no hay mejores instalaciones de comunicación, en definitiva, estamos completamente aislados del resto del mundo". Charles dice esto refiriéndose a la difícil situación en la que se encuentra la base. Sin embargo, añade que le gusta la composición de su equipo. "Dispongo de personal muy dedicado procedente de las Filipinas, Uganda, Kenia, Nigeria, Pakistán y Sur de Sudán. Gozan de una completa sinergia, aportando diferentes talentos y habilidades al proyecto", Charles concluye.

Las crisis humanitarias ocurren en todo el mundo, tanto provocadas por factores humanos como por causas naturales. Los últimos diez años han visto muchas de las crisis más devastadoras del mundo conocidas en la historia. Los terremotos, las erupciones volcánicas, las inundaciones, los tsunamis, los conflictos internos y las guerras entre naciones se suceden en casi todas partes. Muchos trabajadores y trabajadoras humanitarios han perdido la vida en nombre del servicio a la humanidad. En la actualidad, aún los humanitari@s se enfrentan a riesgos en su vida para poder prestar asistencia humanitaria a las poblaciones más desfavorecidas. El equipo Luonyaker quiere recordar el heroísmo de todos los trabajadores y trabajadoras humanitarios en el mundo, especialmente a aquellas personas que murieron por la causa humanitaria.

Escrito por Abdullah Ampilan, oficial de PHP (Promoción de la Salud Pública) de Intermón Oxfam en Luonyaker.

Más información sobre nuestra acción humanitaria en nuestra web:
http://www.IntermonOxfam.org/Emergencias

Leer más...

jueves, 19 de agosto de 2010

Día Mundial Humanitario

El Día Mundial Humanitario (19 de agosto) quizás no aparece marcado en tu calendario pero es una gran oportunidad de actuar para ayudar a los más necesitados y para honrar a todas aquellas personas que prestan ayuda humanitaria en el terreno.

El gobierno de Pakistán ha descrito las recientes inundaciones como el desastre natural más debilitante en la historia del país y ha pedido apoyo internacional. La mayoría de las estimaciones dicen que al menos 15 millones de personas se han visto afectadas y que alrededor de 8 millones de acres de tierra de cultivo y el 80% de todos los animales de granja están devastados - con entre una quinta y una tercia parte del país bajo el agua. Y este número aumentará, ya que se prevén más lluvias e inundaciones.

Por favor, haz un donativo para la emergencia de Pakistán.

Naciones Unidas calcula que se necesitan 459 millones dólares para hacer frente a esta catástrofe, pero seguramente harán falta miles de millones más para reconstruir la infraestructura y la economía de Pakistán en los próximos años.Estas inundaciones suponen una doble catastrofe para muchas personas en el valle de Swat que, hasta hace poco, fueron obligadas a huir de sus hogares para escapar del conflicto en el noroeste del país y que habían comenzado a regresar a sus hogares y retomar la normalidad.

Por ahora, las inundaciones de Pakistán han recibido una cobertura relativamente baja en los medios de comunicación internacionales. De hecho, tsunamis y terremotos, por ejemplo, han tendido a atraer históricamente mayores niveles de financiación que los desastres con un inicio más lento, como las sequías o las inundaciones. Incluso las donaciones individuales son más mucho más lentas que las observadas después del terremoto de enero en Haití.

Por favor, ayúdanos en nuestros esfuerzos por recaudar 14 millones de dólares para responder a unas inundaciones que representarían, en extensión, todo el territorio de Europa Central... o, por ejemplo, desde Nueva York a Disneyworld.

Sea cual sea tu sentimiento hacia el activismo digital o qué razón es la que te mueve a donar, la captación de fondos online es una poderosa, y fundamentalmente democrática, herramienta para lograr un mundo más humano, sostenible y pacífico.
Por favor, haz una donación ahora. Oxfam está trabajando día y noche para abastecer de agua potable, alimentos, refugio y atención sanitaria a la población afectada de Pakistán. A 16 de agosto, ya hemos llegado a asistir a más de 200.000 personas con ayuda humanitaria.

Por Joel Bassuk, coordinador web Oxfam Internacional.
Leer más...

lunes, 16 de agosto de 2010

Shukkur: una ciudad vive con miedo

Las inundaciones se están aproximando rápidamente al distrito de Daud en la provincia de Sindh. Oxfam ya se encuentra allí para responder a la emergencia. Mubashar Hasan, oficial de medios de la organización, nos describe la situación.

A medida que me acercaba a la ciudad de Sukkur, sentía la tensión en el aire. Vi a muchas personas que detenían sus vehículos en la presa de Sukkur y ansiosamente miraban hacia el caudal del río Indo midiendo el aumento del nivel del agua. Se ha reforzado la seguridad en las orillas del río y el Ejército, los guardabosques y el personal de la policía han cerrado muchos caminos.

La presa de Sukkur está en el titular de todos los medios de comunicación. Pues puede ser uno de los próximos lugares que sea golpeado por el agua de las inundaciones. Si esto ocurre, según las previsiones oficiales, el agua cubrirá la mayoría de partes de la provincia de Sindh. Para entender el nivel de amenaza del área, fui a Sukkur.

Después de entrar a la ciudad, caminaba por un viejo, sucio, deprimido y congestionado suburbio llamado Myani Road, cerca de la presa de Sukkur, a orillas del río Indo. Muchas tiendas en ese lugar han cerrado y algunas personas discutían sobre qué hacer a partir de ahora. Una de esas personas era el doctor Lal Natwar. "Tenemos una gran ansiedad. El agua podría sumergir nuestras tiendas y casas en un momento”, dijo.

Fui más lejos y llegué a un camino llamado Bandar, también a orillas del río. Vi a niños, mujeres, hombres y ancianos caminando por la calle con sus pertenencias. Dijeron que sus pueblos habían quedado sumergidos por el agua. Ahora, no tienen donde vivir aparte de las calles de la ciudad. Tienen hambre, están sin empleo y ahora sin hogar.

El calor era insoportable. La temperatura oscilaba entre los 48 y los 50 grados. Sin embargo, cuando veo las condiciones precarias de estas personas, me digo a mí mismo el calor es poco menos que una tontería.

"He estado viviendo en mi casa desde 1973 con mi familia. Ahora este río se lleva todo eso lejos de mí", dice Begum Amriya de 69 años señalando el creciente nivel del río Indo, con una mirada enojada e impotencia.

Alrededor de 3.000 personas están viviendo como Amriya Begum: en chabolas en la ciudad, donde los niños deambulan entre la suciedad, el barro y las moscas. Con poco o ningún alimento para comer, ni trabajo para los adultos con el que ganar dinero y comprar comida.

Pregunté a un grupo si podía tomar fotos, entonces empezaron a gritar “ayuda, ayuda" y a alzar su mano al aire. Nunca he visto algo así en mi vida. Me sentí triste, muy triste.

Oxfam está instando a la comunidad internacional a que coordine una respuesta adecuada de asistencia a las personas atrapadas en estas inundaciones. Un mega desastre como este necesita una mega respuesta.
Leer más...

viernes, 13 de agosto de 2010

Salvando el ganado y huyendo de las inundaciones


Las inundaciones se están aproximando rápidamente al distrito de Daud en la provincia de Sindh. Oxfam ya se encuentra allí para responder a la emergencia. Mubashar Hasan, oficial de medios de la organización, nos describe la situación.

Tal vez hoy me haya topado con una de las escenas más sorprendentes de mi vida. En el pueblo de Sial, en el distrito de Daud, vi a una mujer que, tirando de dos vacas, dejaba atrás su casa con el agua hasta las rodillas. A duras penas caminaba y podía llevar a los animales. De pronto, la mujer cayó al suelo, seguramente porque éste estaba resbaladizo por el barro. Pero se levantó de nuevo y empezó a caminar otra vez por un camino invisible. Nunca soltó las riendas de su ganado.
La imagen es dantesca: las carreteras, partes de casas y árboles están sumergidos bajo el agua, cuya temperatura oscila entre los 48 y los 50 grados. "No tenemos esperanzas", dice un frustrado Mohammad Chukmat, de 60 años, que huye con sus 20 cabezas de ganado a un lugar más seguro. "El nivel del agua es de siete pies de altura en mi casa”, dice con lágrimas en los ojos. “Pero quiero volver a mi casa".

Los partidos políticos locales han levantado refugios para los damnificados. En la calle principal de Sial había una comisaría que ha quedado parcialmente sumergida en las aguas.

Un total de 50.000 personas son las afectadas en este distrito. Las autoridades han logrado evacuar a 2.119 afectados; pero han contabilizado un total de 6.200 cabezas de ganado muertas. Es una situación compleja. ¿Qué es más importante? ¿La vida humana o el ganado? Pues para algunas personas salvar su ganado significa salvar su propia vida, porque sin éste, no tendrían con qué vivir

"La mayor preocupación es que la gente no quiere salir de sus casas, incluso cuando existen planes de evacuación de las autoridades para ellos", dice Sher Mohammad, coordinadora de educación de SAFCOW, una organización local con la que trabaja Oxfam en Dadu.
Leer más...

martes, 10 de agosto de 2010

Con las manos vacías


La población pakistaní se enfrenta a la peor inundación del siglo. Muchas personas han perdido a sus seres queridos, además de sus casas, cultivos, medios de vida y el resto de sus pertenencias. El oficial de medios de Oxfam Tariq Malik está viajando por el país. Nos envía algunas de las voces de los afectados y afectadas por las inundaciones en Kot Mithan, un distrito ubicado en la provincia de Sindh.

Miles de personas se han quedado sin hogar debido a estas inundaciones sin precedentes. El desbordamiento del río Indo y los torrentes que bajaron por las colinas de las montañas de Suleiman, rompieron el dique ubicado en Kot Mithan en la provincial de Sindh el pasado viernes por la noche, inundando las aldeas cercanas y la parte oeste del pueblo.

"Tengo cincuenta años y nunca he visto Kot Mithan inundado. Ni siquiera había oído hablar de algo así ", dice Jam Bugho, un productor de algodón. "He tenido que abandonar la aldea, junto a mi esposa y con dos de mis sobrinos en mis hombros mientras andaba con el agua hasta las rodillas”, explica con un aire de tristeza en su rostro. "Antes de marcharnos, mi hijo fue a ver como estaban nuestras vacas, sólo para ver si podía traerse unas cuántas con nosotros. Pero no regresó. Decidimos seguir adelante y unirnos al resto de los vecinos que estaban saliendo del lugar ", dice señalando a un grupo de personas que permanecen sentadas en la hierba.
"¿Hay alguna forma de saber qué habría pasado con mi hijo? Mi búfalos, mis vacas y mis cabras", pregunta Bugho.

Mohammad Naeem tiene 27 años y es de Wasti Kallar, una aldea de Kot Mithan. Él también estaba allí con toda su familia. "Me casé hace apenas cuatro años. Tengo tres niños pequeños, una madre enferma y un padre ciego. Mi esposa está embarazada. Donde estaba mi casa, ahora sólo hay agua. He perdido 20 hectáreas de cultivo de algodón y dos hectáreas de caña de azúcar. El agua se ha llevado todo el grano que había almacenado. He perdido mis vacas y mis cabras. Le pregunté al dueño del barco donde me evacuaron si podía ayudarme a rescatar parte de mi ganado y de mi grano. Sin embargo, el pidió 10.000 rupias por ello. No tengo dinero, ni siquiera un tercio de lo que él pedía. Le ofrecí una cabra pero se negó. Entonces me acerqué a los trabajadores de la agencia gubernamental de rescate, pero también se negaron a ayudarme porque mi pueblo está fuera de su área de operación. Así que ahora estamos aquí, delante de usted, con las manos vacías. Mire el cielo, hay nubes, pero no tengo donde llevar a estos niños inocentes y a mis padres si empieza a llover ahora. "
Leer más...

lunes, 9 de agosto de 2010

Luchando contra los elementos


Me han enviado a la región del Valle del Swat para reportar sobre la respuesta humanitaria que Oxfam está llevando a cabo tras las inundaciones que han devastado el norte del país. Pakistán es un país duro. Para llegar al Valle del Swat hemos invertido seis horas y media atravesando un terremo montañoso. No obstante, hoy ha sido aún más duro de lo normal. La lluvia ha estado presente durante toda la mañana. Una larga mañana que ha empezado a las 5.00 A.M. y donde todo eran ojeras y ojos rojos.

El limpiaparabrisas chirriaba y la lluvia golpeaba los cristales. A través de mi ventana se podía ver el río Indo, que se había desbordado el día antes. Las copas de los árboles asomaban por encima del agua y se sucedían escombros de hogares destruidos por donde había pasado el agua.

Ha habido deslizamientos de tierra en las carreteras. La caravana de coches serpenteaba delante de nosotros y las bocinas no paraban de sonar. Después de una hora de espera, nos dimos cuenta de que no estábamos yendo a ninguna parte. Estábamos a sólo dos horas de Swat y tuvimos que volver a la capital.

La lluvia puso las cosas difíciles ayer en Pakistán. Pero no sólo para nosotros. Uno de los equipos del ACNUR debió suspender la distribución de tiendas de campaña para 4.000 familias en el campamento de Azakhel (que alberga los refugiados de Afganistán) debido al aumento de las inundaciones. Por otro lado, la provincia de Sindh, a cientos de kilómetros de distancia de donde nos encontramos, en el sur del país, estaba en alerta máxima. Las presas están al máximo de su capacidad y existe un claro riesgo de que se desborden.

Los trabajadores de Oxfam están luchando contra los elementos. En medio de las fuertes lluvias están distribuyendo jabón, tazas, agua potable, toallas, compresas sanitarias y materiales de refugio a más de 200 familias. Aunque las condiciones son difíciles, se está haciendo un gran esfuerzo para entregar la ayuda humanitaria.


Post enviado por Rebecca Wynn, oficial de medios de Oxfam en Pakistán.


Leer más...

jueves, 29 de julio de 2010

Diez imágenes de nuestro trabajo en Haití

La espectacular respuesta de socios y donantes a los efectos del terremoto que el 12 de enero de 2010 sacudió Haití, permitió a Oxfam y otras agencias llevar la ayuda necesaria a la población de Puerto Príncipe y el resto de zonas afectadas por el seísmo. Sin embargo, la reconstrucción de Haití es uno de los más complejos y difíciles retos humanitarios de los tiempos modernos.

Durante los últimos seis meses, Oxfam han ampliado sus programas de agua, saneamiento y sensibilización en salud pública. Además, seguimos trabajando en nuestros programas de “dinero por trabajo” para que la población pueda obtener ingresos que le permitan colmar sus necesidades básicas.

Actualmente, estamos ayudando a más de 440.000 personas a través de nuestros programas. La cifra representa a más del 20% de la población afectada por el terremoto.

Permítanme mostrarles algunas de las imágenes del trabajo de Oxfam en Haití:


Uno de los bladders que hemos instalado en el campo de Corail, a las afueras e Puerto Príncipe. Nuestra primera preocupación es la de abastecer de agua potable, una de las mayores necesidades, a la población afectada. Copy: Jane Beesley.


Uno de los programas de “dinero por trabajo” que Oxfam desarrolla en el barrio de Martissant consistente en la limpieza de canales. Los voluntarios reciben unos cinco dólares diarios para que puedan comprar alimentos, enseres domésticos o lo que consideren necesario para colmar sus necesidades o revenderlos y empezar un pequeño negocio. Copy: Ivan M. García





Iniciativa de promoción de la higiene y la salud pública en uno de los asentamientos del centro de la capital haitiana. Una gran parte de estos programas está enfocada a los más pequeños, también los más vulnerables a las enfermedades derivadas del agua en mal estado. Copy: Ivan M. García


Un niño se lava las manos en uno de los asentamientos de desplazados de Puerto Príncipe donde Oxfam ha proporcionado kits de higiene para evitar enfermedades. Copy: Ivan M. García


Trabajadores locales de Oxfam construyen duchas y letrinas en uno de los campos de desplazados donde se realojan gran parte de los desplazados por el terremoto. Copy: Pablo Tosco


Elvieus Manouchef de 20 años, Duverage Dumaude, de 18, y Dorsanvil Bedina, de 19, están entre los 18 alumnos de informática que, con la ayuda de Apple, impartimos en Liancourt. Copy: Ami Vitale.



La mujer con la camiseta roja es Marie Cabole Boursiquot y es una de las beneficiarios de los comedores públicos que Oxfam gestiona en Carrefour Feuilles. Ella cocina cada día para 80 personas, así ha podido generar ingresos propios que le permitirán muy pronto abrir su propio negocio. Copy: Jane Beesley.



Unos trabajadores procesan caña de azúcar en una pequeñísima factoría de Saint Michel, en Puerto Príncipe. Copy: Ami Vitale.



Un grupo de niños participa en una de las actividades de sensibilización para la higiene pública en el asentamiento de la plaza de Santa Ana, en el centro de la capital haitiana. Copy: Ivan M. García


Una niña bebe en uno de los puntos de distribución de agua que Oxfam tiene en el asentamiento de la Universidad de Quisqueya en Puerto Príncipe. Copy: Pablo Tosco



Leer más...

miércoles, 28 de julio de 2010

Imaginen que son ustedes los que están aquí

Vanessa Guillaume es una sobreviviente del terremoto que azotó a Haití el 12 de enero y que produjo unas 250.000 víctimas mortales y más de 300.000 heridos. Nos habla de sus experiencias tras el seísmo y de su vida seis meses después. Desde hace poco trabaja como asistente en promoción de la higiene y salud pública para Oxfam.

Imaginen su casa en ruinas tras un desastre como este. En menos de un minuto, han perdido todo por lo que ustedes estuvieron luchando durante años. Las pequeñas cosas que poseían, unos pocos ahorros, sus negocios, incluso sus seres queridos. Luego miran a su alrededor y ven que no son los únicos, que hay cientos de personas alrededor que están en la misma situación. Todos los lugares que conocen están en ruinas y todos sus amigos y conocidos están en la misa situación que ustedes. No tienen donde ir. Entonces, ¿qué pueden hacer?

Millones de personas se encontraban en esa misma situación el 12 de enero de 2010, tras Goudou Goudou -como llamamos al espantoso terremoto-. La mayoría de los afectados se vieron obligados a vivir en la calle, bajo un sol abrasador y a merced de las fuertes lluvias.


Lidiando con Goudou Goudou
Poco a poco, estas personas empezaron a incrementarse en número y a formar sus propias comunidades. Sin embargo, no fue sencillo hacer frente a la carencia de agua, alimentos y refugio. Pero las organizaciones como Oxfam nos ayudaron con ello.

El terremoto puede que produjera una gran cantidad de daños, pero también ha dado a la gente como yo una oportunidad de ayudar a reconstruir nuestro país y construir un futuro mejor. Yo, sin ir más lejos, no hace mucho que he sido contratada por Oxfam para trabajar en Port-au-Prince, en tareas de agua, saneamiento e higiene (WASH).

Mi trabajo consiste en promocionar la salud pública. Voy a los campamentos y doy charlas a la gente sobre prácticas de buena salud, enseño a los niños como lavarse correctamente las manos a través de canciones y hablo con las madres para que no dejen que sus hijos jueguen con agua sucia. Es muy importante que mejoren las condiciones de vida de las personas en los campamentos para que no caigan enfermas.

Sin cuarto de baño a la vista
Vuelvan a la situación del inicio. Traten de imaginar como serían los próximos días. Como se despiertan a la mañana siguiente tras haber dormido a duras penas sobre el suelo y sintiendo las réplicas durante toda la noche.

Pero gracias a Dios están vivos. Se echan un vistazo a sí mismos, descubren que están cubiertos de polvo debido a las ruinas y no pueden aguantar sin darse una ducha. ¿Pero dónde van a tomar esa ducha? No hay baños públicos o casas en pie a la vista. De repente, sienten una necesidad repentina de ir al baño. Observan que hay gente detrás de unos arbustos, adivinan fácilmente lo que hacen. Sin un lugar a dónde ir, ustedes terminan haciendo lo mismo.

Capacitación de las comunidades
Y así es como empezó todo. Cada vez más personas comienzan a hacer sus necesidades al aire libre, donde duermen y comen, sin saber que ahora son aún más vulnerables a enfermedades como la diarrea y la malaria. Y es justo en ese momento cuando mi labor como Asistente de Promoción de Salud Pública (PHP) entra en juego.

En primer lugar, mi equipo y yo recibimos lecciones sobre promoción de la higiene y saneamiento. Luego somos nosotros los que formamos a la comunidad sobre cómo prevenir la propagación de determinadas enfermedades. Para que nuestro trabajo sea más efectivo, trabajamos con los ingenieros de salud pública que instalan las letrinas, los tanques de agua, las duchas y los tanques de captación de agua. Luego, hay que tratar que la gente se movilice para mantener todo en buen estado y limpio y que se hagan cargo del mantenimiento de todos estos mecanismos.

Orgullosa de mi trabajo
Debo decir que estoy muy orgullosa de formar parte de estos logros que hacen que las cosas mejoren. La gente nos felicita por lo que hacemos. Pero todavía tenemos mucho por hacer. Han pasado seis meses desde el terremoto y las personas siguen viviendo en los asentamientos esporádicos.
Leer más...