Los conflictos y los desastres como los terremotos, las inundaciones o las sequías causan cada año el sufrimiento y la perdida de vidas y enseres a miles de personas en todo el mundo. Intermón Oxfam estamos presentes en África y Latinoamérica atendiendo a las personas vulnerables en las crisis humanitarias. Aquí explicamos qué hacemos en los países afectados para atender las necesidades básicas y reducir la vulnerabilidad de las personas ante futuras crisis.

miércoles, 19 de enero de 2011

La lucha contra el cólera en Haití (y II)

Ivan M. García, oficial de medios de Intermón Oxfam, nos cuenta desde Puerto Príncipe la situación de los haitianos un año después del terremoto.

Muchas de las zonas más afectadas por la epidemia de cólera se encuentran en áreas rurales remotas y de difícil acceso, y donde su población tampoco cuenta con medios de transporte para desplazarse. “Por eso actuamos en red. En el centro de ésta, por así decirlo, se encuentran los CTC, donde ofrecemos atención médica y también sesiones de sensibilización. En las zonas algo alejadas a estos centros, construimos las Unidades de Tratamiento de Cólera (UTC), donde al igual que en los CTC ofrecemos servicios de asistencia médica para los afectados por el virus. A nivel de comunidades, muchas de ellas en lugares lejanos y mal comunicados, implementamos lo que llamamos los Centros de Rehidratación Oral, un punto donde el paciente recibe los primeros auxilios antes de ser derivado, si es necesario, a la CTC o UTC, más cercana. Si el caso no es grave, regresa a su casa y antes se le enseña a preparar un suero oral doméstico con agua, sal y azúcar, entre otros ingredientes”, explica Herve Manaud. “Por último, en este trabajo en red hay que implicar también a las autoridades sanitarias haitianas y a la sociedad civil de este país, como por ejemplo, las cooperativas campesinas con las que colaboramos en las áreas rurales”, añade.

Enfermedades del cielo, del infierno y del cuerpo
Haití llevaba cerca de cincuenta años sin conocer un solo caso de cólera. Debido a ello la población desconoce los síntomas, ni qué hacer cuando se presentan, ni mucho menos como prevenirlos. Pero no sólo para eso la sensibilización y la información es clave. “Haití es además un país con unas creencias animistas muy arraigadas. Aquí hay tres tipos de enfermedades: las enviadas por el cielo, las del infierno y las propias de la salud y el cuerpo. Debemos mostrarles que el cólera viene de donde viene, que es una enfermedad de la salud y que debe ser tratada clínicamente”, dice el coordinador del CTC de Grand Goave.

También a través de la sensibilización, la población conoce los riesgos reales de la enfermedad. “De ese modo, no tenemos problemas a la hora de instalar un CTC en un lugar cercano a las comunidades, ni que éstas marginen y prohíban acudir a un punto de agua a uno de nuestros pacientes, como ha sucedido en ocasiones”, añade Manaud.

Emilie Aulinda ya ha terminado todo el suero. Parpadea una y otra vez en lo que se adivina como la previa a una gran siesta. Su madre la mira y sonríe tranquila. “Si los chicos de estas ONG no hubieran venido a mi casa a explicarme todo esto del cólera, jamás hubiéramos cogido esa moto el domingo para traerla hasta aquí”, dice.

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