Los conflictos y los desastres como los terremotos, las inundaciones o las sequías causan cada año el sufrimiento y la perdida de vidas y enseres a miles de personas en todo el mundo. Intermón Oxfam estamos presentes en África y Latinoamérica atendiendo a las personas vulnerables en las crisis humanitarias. Aquí explicamos qué hacemos en los países afectados para atender las necesidades básicas y reducir la vulnerabilidad de las personas ante futuras crisis.

martes, 18 de enero de 2011

La lucha contra el cólera en Haití (I)

Ivan M. García, oficial de medios de Intermón Oxfam, nos cuenta desde Puerto Príncipe la situación de los haitianos un año después del terremoto.

Una gasa envuelve en varias vueltas el antebrazo de Emilie Aulinda sujetando la aguja del gotero. Ella, de seis meses de edad, sorbe con avidez el suero de rehidratación oral que una enfermera le suministra a través de una jeringuilla de plástico. La pequeña es una de las más de 170.000 personas afectadas por el brote de cólera -ahora ya epidemia- surgido en la provincia haitiana de Artibonite el pasado octubre y que se ha cobrado más de 3.600 vidas; pero ella ya está fuera de peligro. “La traje el domingo a toda prisa, cuando empeoró. Estamos aquí desde entonces”, decía ayer su madre, Caroline Germaine, en una zona abierta del Centro de Tratamiento de Cólera (CTC) de Grand Goave, gestionado por varias organizaciones como Oxfam, Médicos del Mundo y un consorcio de ONG suizas, entre ellas una delegación de Cruz Roja.

“El cólera es una enfermedad fácilmente prevenible con buenas prácticas de higiene y con un sencillo tratamiento a base de suero y sales orales. Si el caso es grave, suero intravenoso, pero el paciente básicamente lo que necesita es rehidratación y reposo”, dice el coordinador del centro, Herve Manaud, desde el pediluvio de la entrada, donde desinfecta su calzado en una solución de agua y lejía. El lugar se asemeja a una clínica de campaña, con grandes carpas blancas donde reposan los pacientes, varios habitáculos a modo de oficina, una cocina, varios tanques de agua potable, focos solares, almacén para medicamentos y sueros y letrinas. Todo impoluto. “Hasta hemos retirado la arena y hemos cubierto toda la superficie con esta piedrecillas”, añade Herve mientras remueve varias con la punta de su bota. “Así cuando llueve no se forma barro ni se estanca agua”, concluye. El CTC de Grand Goave tiene una capacidad para unas 85 personas. “Pero no todos son pacientes. Siempre que ingresamos a una persona, le acompaña un familiar. Suelen pasar aquí entre dos y cuatro días”, apunta.

La higiene es el camino

Vibrio cholerae es la bacteria que provoca la enfermedad del cólera. Ésta se transmite a través de las heces de una persona enferma; directa o indirectamente. Por ello, el contagio puede producirse ingiriendo líquido y alimentos contaminados con la bacteria. De ahí que el cólera pueda propagarse rápidamente en lugares donde abunden las aguas residuales o con infraestructuras de canalización en mal estado, como ha sido el caso de Haití desde hace años. Prueba de esta vieja carencia es que el brote surgió en Artibonite, una región que no fue afectada por el terremoto.

Los síntomas del cólera son vómitos, diarreas y cierta debilidad en las piernas. El tratamiento es sencillo, pero si la enfermedad no se ataja a tiempo, el paciente puede morir en cuestión de horas debido a la rápida pérdida de líquidos. No obstante, la prevención también es sencilla. Basta con adoptar medidas higiénicas básicas. Por ejemplo, el lavado de manos en momentos clave, ingerir y cocinar con agua que ha sido previamente tratada y disponer de un fácil acceso a estructuras de saneamiento como letrinas. A su vez, la referencia rápida de enfermos de cólera a centros de aislamiento para su tratamiento evita la propagación de la enfermedad a nivel familiar. Por ello el trabajo de sensibilización es clave, junto a la atención médica, para erradicar el cólera en Haití.

“Oxfam actúa a dos niveles, uno preventivo, a través de campañas de promoción de la higiene masivas e informando a la población en riesgo sobre las vías de transmisión de la enfermedad. Además, tratamos con cloro regularmente todas las fuentes de agua a disposición de la comunidad. También trabajamos con los actores de salud para proveer estructuras de saneamiento e higiene adecuadas, así como de agua tratada en los centros de aislamiento donde acogen a los enfermos de cólera. Por último procedemos a la distribución masiva de artículos de higiene -jabón, lejía, recipientes limpios para almacenar agua, etc.- para la población que habita en zonas consideradas de riesgo. La otra línea de acción es reactiva, y consiste en la descontaminación de los lugares frecuentados por los enfermos referidos a los centros de aislamiento: sus hogares, las casas de sus vecinos…”, señala uno de los expertos de agua y saneamiento de Oxfam, Marçal Trigo. (Continuará.)


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