Los conflictos y los desastres como los terremotos, las inundaciones o las sequías causan cada año el sufrimiento y la perdida de vidas y enseres a miles de personas en todo el mundo. Intermón Oxfam estamos presentes en África y Latinoamérica atendiendo a las personas vulnerables en las crisis humanitarias. Aquí explicamos qué hacemos en los países afectados para atender las necesidades básicas y reducir la vulnerabilidad de las personas ante futuras crisis.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El cólera llega a Puerto Príncipe

Coco McCabe es la oficial de medios de Oxfam America en Haití. Desde el terreno nos cuenta cual es nuestra respuesta al brote de cólera.

El gobierno haitiano confirmó hace unos días que 115 personas en Port-au-Prince están siendo atendidas en el hospital debido al brote de cólera que se produjo hace unas semanas en la región productora de arroz de Artibonite, al norte del país. El brote aumentó el temor de que su propagación a la capital, devastada por el terremoto, podría provocar una nueva emergencia.En Oxfam estamos profundamente preocupados porque la enfermedad, que ya afecta a más de 8.000 personas y de las que más de 540 han fallecido, ha llegado a la ciudad donde innumerables familias todavía están hacinadas en campamentos improvisados dispersos en las colinas desde que el terremoto de enero destruyó sus hogares. Más de un millón de personas permanecen sin hogar. Las fuertes lluvias e inundaciones causadas por el huracán Tomas probablemente han hecho que se propague el cólera, especialmente teniendo en cuenta las condiciones de saneamiento en el país.

Pero desde el comienzo de la epidemia e incluso desde los primeros días tras el devastador terremoto, Oxfam se ha estado preparando para la posibilidad de que se diera un brote en la capital. Proporcionar a las personas con agua potable, saneamiento y educación en higiene es la única manera de prevenir la propagación de enfermedades como el cólera. Oxfam está proporcionando estos servicios a 315.000 personas en el área de Port-au-Prince.

La organización se centra ahora en reforzar los programas que dirige en los asentamientos en los que ha estado trabajando desde el terremoto. La cloración del agua y el aumento de la limpieza de las instalaciones de saneamiento, así como la organización de sesiones de formación en preparación de sueros y tratamientos de rehidratación casera, son algunas de las actividades. Además, Oxfam también está formando a sus trabajadores y a miembros de la comunidad para que realicen la detección de enfermedades como el cólera.

En la provincia de Artibonite, al norte de la capital, Oxfam Internacional cuenta con un equipo de cerca de 25 empleados trabajando en un proyecto de agua, saneamiento e higiene que está beneficiando a cerca de 100.000 personas en una zona conocida como Petite Riviere. El programa incluye la distribución de tabletas de purificación de agua, jabón, cubos, y sales de rehidratación oral. Oxfam está también llevando a cabo reparaciones y construcciones de pozos y purificando el agua que extrae de los mismos.

Pero lo más importante, la organización está llevando a cabo una campaña masiva de educación sobre higiene que incluye la difusión de mensajes de radio regularmente, así como la capacitación de miembros de la comunidad para compartir información sobre cómo detener la propagación de la enfermedad. También forman parte del programa sesiones públicas a gran escala de sensibilización.

"La única manera de detener la propagación del cólera es que cada persona tenga buenos hábitos en cuanto a higiene”, dice la oficial de prensa de Oxfam en Haití, Julie Schindall. "Eso es tan simple como lavarse las manos y beber agua limpia."

Este tipo de mensajes y la red de servicios de agua y saneamiento que se han establecido en los campos de los alrededores de Port-au-Prince han marcado la diferencia. En los casi 10 meses que han pasado desde el terremoto, no se había producido en la capital un brote tan importante de enfermedades transmitidas por el agua.

“A ahora, claramente, debemos destinar más recursos al tratamiento de lenfermos y contener la propagación de la enfermedad”, añade Schindall.

“Uno de los desafíos en la lucha contra enfermedades como esta es la falta de infraestructuras básicas en todo el país y la falta de capacidad gubernamental”, agregó Schindall.

"Es evidente que en el largo plazo tenemos que reforzar la capacidad del gobierno para proteger a las personas", dijo Schindall.

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