Los conflictos y los desastres como los terremotos, las inundaciones o las sequías causan cada año el sufrimiento y la perdida de vidas y enseres a miles de personas en todo el mundo. Intermón Oxfam estamos presentes en África y Latinoamérica atendiendo a las personas vulnerables en las crisis humanitarias. Aquí explicamos qué hacemos en los países afectados para atender las necesidades básicas y reducir la vulnerabilidad de las personas ante futuras crisis.

jueves, 26 de agosto de 2010

Un paseo para recordar...


"A veces en nuestras vidas se cruzan caminos en un viaje que sólo el destino dirá cuál es su principio y cuál es su final. Ésta es una historia de luchas, sacrificios y supervivencia. Una historia de gente común respondiendo a las llamadas de la naturaleza salvaje."


Todo comenzó del fondo del corazón, del deseo de ser de ayuda a personas y comunidades vulnerables. Al principio, unas cuantas cabezas pensantes salieron con la idea de poner una pequeña base en un lugar recóndito de la vasta área boscosa, en el corazón del estado de Warrap. El lugar es refugio de diferente flora y fauna, rico en prácticas culturales y de belleza panorámica. El proyecto, que empezó como una pequeña idea, creció y ahora es ejecutado por 6 expatriad@s que cuentan con el respaldo de 32 personas nacionales. Iniciado en abril de 2010, éste es el proyecto de Intermón Oxfam para el apoyo a comunidades vulnerables en la zona del Gogrial oriental, con el patrocinio de la AECID, ECHO y la BSF-IA.

La carretera menos transitada
Luonyaker, donde se encuentra situada la oficina de Intermón Oxfam en Gogrial oriental, está a una hora y media de viaje de Wau, al este del sur de Sudán. El camino está todavía en construcción. Suele ser fangoso y resbaladizo en los días de lluvia y polvoriento en los días soleados. Durante los primeros días del proyecto, los arbustos a lo largo de la carretera estaban secos y estériles. A partir de junio, cuando empezaron las lluvias, el verde ha facilitado vistas relajantes y de gran belleza para los ojos.

De la nada
El clima cálido y húmedo, y la infertilidad de la tierra en la estación seca, hicieron que surgiera en Luonyaker la base en terreno de Intermón Oxfam. Apartada de la maleza nació la ONG internacional más joven del estado Warrap. Gente de toda condición pasan por nuestro complejo para ver cómo la base se desenvuelve con garbo.

El poder de las mujeres
Tradicionalmente, las mujeres en Warrap son las que hacen la mayoría de los tukul (casas con techos de paja). Su ingenuidad resulta ser tan hermosa como ellas. Los hombres erigen la base y la estructura, mientras que las mujeres ponen el cemento, instalan los suelos y el techo del mismo. Son los hombres los que terminan la parte puntiaguda del tejado. El reparto de tareas/poder en la provisión de refugio se hace de manera equitativa. La construcción de bases es también una manera de generar ingresos para los locales, especialmente durante los meses de escasez.

Sigue leyendo en la web de Intermón Oxfam o descárgate la versión original en inglés (pdf, 3 Mb). Por Abdullah Ampilan, oficial de Salud Pública en Luonyaker.

Leer más...

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las lluvias que debían haber traído esperanza


Caroline Gluck es oficial de medios de Oxfam Gran Bretaña (OGB). Se encuentra en Níger cubriendo la respuesta humaniatria de Oxfam a la hambruna y a las inundaciones que azotan el páis. Caroline, nos describe en este post la situación.

Issouf Ali, de 21 años, me lleva a lo largo de lo que solía ser el camino a su casa. Ahora se parece a un río. Se adentra en el agua y me señala lo que fue su hogar. Todo lo que queda son algunas paredes de adobe. Unos cuantos cubos, un par de chanclas y algunos utensilios de cocina se encuentran esparcidos por el suelo.

Issouf y su familia se han unido a más de 300 personas que se refugian en un centro juvenil en su barrio, en la capital, Niamey. Tienen poco con ellos. Y sus principales medios de vida - el cultivo de hortalizas para vender en el mercado - también ha sido aniquilado por las fuertes lluvias que han causado las peores inundaciones desde hace más de ochenta años en níger.

"Estábamos tan contentos de tener lluvias en Níger", me decía. "Cuando tenemos lluvia, podemos plantar. Nuestros jardines pueden crecer y tenemos que comer y vender. Pero cuando llegaron las lluvias la semana pasada, el agua inundó todo. Las barreras de protección se derrumbaron”

"Lo perdimos todo, nuestra casa, nuestro jardín, nuestras ropas y otras pequeñas cosas. Hemos perdido 15 parcelas para las verduras”.

La sequía primer lugar, después las inundaciones
"Es Ramadán ahora. Debe ser la época más ocupada del año para nosotros, porque todo el mundo va al mercado para las compras. Creo que perdimos 150.000 CFA cuando nuestros jardines fueron destruidos", decía.

En esta época del año, la mayoría de nigerianos, como Issouf, estaría orando para que vinieran más lluvias para que sus cosechas crecieran más y más fueres. La irregularidad de las lluvias y la sequía han sido una de las principales causas de la actual crisis alimentaria en Níger y en muchas partes de la región del Sahel. Alrededor del 50% de la población que sufre hambre en Níger lo hace debido a las malas cosechas.

Ahora las lluvias han llegado y en algunos casos, han venido con furia. Algunas partes del país se han visto afectadas por los aguaceros intensos e inundaciones, destruyendo casas, carreteras, puentes y matando a millares de animales. La ONU señala que más de 67.000 personas han perdido sus hogares en la última semana y seis personas han muerto desde que se iniciaran las lluvias a finales de julio.

El río Níger - que fluye a través de nueve países de África occidental - ha alcanzado su mayor nivel en más de 80 años. En la capital de Níger, Niamey, más de 6.000 personas se vieron afectadas cuando el río creció, destruyendo casas e inundaciones huertas y campos de arroz.

Riesgo de enfermedades transmitidas por el agua
Oxfam está proveyendo kits de higiene y limpieza, instalando tanques de almacenamiento de agua y conectando las comunidades a los sistemas de distribución de agua.

Pero no es sólo la capital la que se ha visto afectada por graves inundaciones. En varias regiones, las lluvias han arrasado carreteras y puentes, destruyendo las cosechas y matando a miles de cabezas de ganado.

El pueblo de Kazoé, en la región de Zinder, se vio afectado por graves inundaciones. 180 casas fueron destruidas, más de 1.200 ovejas murieron y 135 jardines y 30 hectáreas de campos inundados. Nuestro viaje a la aldea - normalmente unos 45 minutos en coche desde la provincia de Goure - nos llevó más de dos horas y media porque los caminos y puentes estaban inundados.

Oxfam y sus socios han estado distribuyendo alimentos suministrados por el Programa Mundial de Alimentos a las comunidades de la provincia. "Se suponía que todo se terminaría en cuatro días", dijo Mai Abdou, quien está a cargo de la operación. "Pero, dos semanas después, todavía no hemos terminado. Es todo por las fuertes lluvias. A nivel logístico, las cosas han sido muy difíciles. Ha habido un pueblo que ha permanecido aislado durante una semana debido a las lluvias," me dijo.

Las lluvias han llegado temprano este año. La preocupación es que las inundaciones obstaculizarán la entrega de la ayuda que tanto necesitan las comunidades. También se teme que las inundaciones traigan enfermedades transmitidas por el agua. Con ellas, aumenta el riesgo de la malaria y diarrea poniendo en serio riesgo a los más vulnerables: los niños menores de cinco años, ya muy debilitados debido a la falta de alimentos.

Después de una larga sequía, las lluvias supuestamente deberían traen esperanza. Pero, en muchas áreas, sólo han traído más penuria.
Leer más...

viernes, 20 de agosto de 2010

Día Mundial Humanitario en Luonyaker


Luonyaker, sur de Sudán - El equipo de Intermón Oxfam en Luonyaker nos unimos a Naciones Unidas y al mundo entero en la sensibilización del público acerca de la labor humanitaria celebrando el segundo Día Mundial Humanitario el 19 de agosto de 2010.

El equipo supo de la existencia de la celebración hace cinco días debido al escaso acceso que tenemos a la información proveniente del mundo exterior. El equipo, compuesto de 38 personas, tanto expatriad@s como personal nacional, nos hemos reunido en una oficina temporal para saludarnos y compartir lo felices que estamos de prestar ayuda humanitaria.

En 2008, la Asamblea General de Naciones Unidas acordó designar el 19 de agosto de cada año como Día Mundial Humanitario y hacer hincapié en tres puntos principales: llamar la atención sobre las necesidades humanitarias existentes en todo el mundo; explicar -de manera sencilla y visual- en que consiste el trabajo humanitario; y recordar a todas aquellas personas que han perdido la vida en servicio humanitario.

"No sabía que hoy era el Día Mundial Humanitario, porque no tenemos ni radio, ni televisión, ni periódico", dice Jackline Akuol Akol, de 20 años, trabajadora de la sección de Alimentación en nuestro proyecto de Seguridad Alimentaria. Ella me confiesa que es feliz y que está motivada porque siendo humanitaria puede ayudar a su comunidad. "Con el tipo de trabajo que tengo, estoy aprendiendo a trabajar con dedicación", agrega.

Intermón Oxfam es la nueva ONG internacional que ha abierto, desde abril de 2010, una base en el área de Gogrial oriental, en el estado de Warrap. En la actualidad, estamos ejecutando proyectos de Seguridad Alimentaria, Agua y Saneamiento y Promoción de la Higiene, financiados por la AECID, ECHO y BSF.

La base Intermón Oxfam de Luonyaker está emplazada en Warrap cerca de la frontera entre el Norte y el Sur de Sudán. La zona se halla dentro de la selva profunda, sin electricidad ni instalaciones de agua. Nos comunicamos utilizando la radio ya que el teléfono móvil e Internet son un problema. El área es muy llana y ancha, por lo tanto con frecuencia se inunda. Esto hace que los desplazamientos en vehículo para acceder a las zonas de los proyectos sean más difíciles.

Uno de nuestros técnicos de Agua y Saneamiento, Giir Mou Giir, de 34 años, dice que a él le inspira trabajar con organizaciones humanitarias como Intermón Oxfam porque le enseña cómo ser útil para su comunidad. A pesar de sus dificultades físicas (le han operado en la rodilla derecha debido a una infección), Giir logra caminar cada día los 6 kilómetros que separan su casa de la oficina. "Recuerdo que durante la guerra civil en mi país, las ONG nos dieron de comer en los campamentos de refugiados. Si no fuera por los humanitarios, hubiéramos sufrido aún más", Giir concluye.

Al igual que Jackline y Giir, el resto de las 32 personas que componen el personal nacional de Intermón Oxfam en Luonyaker no terminó sus estudios debido a la guerra civil vivida durante 25 años en Sudán. La mayoría de ellos han conseguido acceder a la educación en los campamentos de refugiados de países vecinos como Kenya y Uganda.

"Desde el fondo de mi corazón, me encanta la labor humanitaria. Me permite estar cerca de diferentes personas y culturas ", comenta Evarest Braxton Ochola, oficial de Agua y Saneamiento de Intermón Oxfam. Evarest destaca también el tipo de transparencia y rendición de cuentas que las organizaciones humanitarias tienen, que según él es más ideal. Se siente afortunado de poder apoyar a las poblaciones desfavorecidas a pesar de las dificultades a las que diariamente se enfrenta en el terreno.

La compasión y el amor por las personas es lo que motiva a Opio Peter Patrick, oficial de Seguridad Alimentaria, para trabajar mejor. "Me gusta la sonrisa que veo en los rostros de los beneficiarios y beneficiarias con los que trabajamos a pesar de su situación difícil. Quiero que sean felices y cambiar sus vidas para mejor ", dice Opio.

El oficial de Logística, Yasir Razzaq, supo por primera vez de la belleza de la labor humanitaria en su clase de ciencias sociales. Su pueblo en Pakistán se convirtió en un campo de refugiados, lo que le brindó la oportunidad de que se uniera a la labor humanitaria. "Los trabajadores y trabajadoras humanitarios ponen en riesgo sus vidas por una causa noble de prestación de asistencia a las personas afectadas por las crisis humanitarias. Tú te sentirás motivado a ayudar si tú ves a gente sufriendo y muriendo ", comenta Yasir.

A pesar de las muchas limitaciones a las que se enfrenta el personal de Intermón Oxfam en el terreno, Charles Dashe, responsable de la base, sigue sintiéndose muy feliz: "No tenemos fuente de alimentación eléctrica, no hay mejores instalaciones de comunicación, en definitiva, estamos completamente aislados del resto del mundo". Charles dice esto refiriéndose a la difícil situación en la que se encuentra la base. Sin embargo, añade que le gusta la composición de su equipo. "Dispongo de personal muy dedicado procedente de las Filipinas, Uganda, Kenia, Nigeria, Pakistán y Sur de Sudán. Gozan de una completa sinergia, aportando diferentes talentos y habilidades al proyecto", Charles concluye.

Las crisis humanitarias ocurren en todo el mundo, tanto provocadas por factores humanos como por causas naturales. Los últimos diez años han visto muchas de las crisis más devastadoras del mundo conocidas en la historia. Los terremotos, las erupciones volcánicas, las inundaciones, los tsunamis, los conflictos internos y las guerras entre naciones se suceden en casi todas partes. Muchos trabajadores y trabajadoras humanitarios han perdido la vida en nombre del servicio a la humanidad. En la actualidad, aún los humanitari@s se enfrentan a riesgos en su vida para poder prestar asistencia humanitaria a las poblaciones más desfavorecidas. El equipo Luonyaker quiere recordar el heroísmo de todos los trabajadores y trabajadoras humanitarios en el mundo, especialmente a aquellas personas que murieron por la causa humanitaria.

Escrito por Abdullah Ampilan, oficial de PHP (Promoción de la Salud Pública) de Intermón Oxfam en Luonyaker.

Más información sobre nuestra acción humanitaria en nuestra web:
http://www.IntermonOxfam.org/Emergencias

Leer más...

jueves, 19 de agosto de 2010

Día Mundial Humanitario

El Día Mundial Humanitario (19 de agosto) quizás no aparece marcado en tu calendario pero es una gran oportunidad de actuar para ayudar a los más necesitados y para honrar a todas aquellas personas que prestan ayuda humanitaria en el terreno.

El gobierno de Pakistán ha descrito las recientes inundaciones como el desastre natural más debilitante en la historia del país y ha pedido apoyo internacional. La mayoría de las estimaciones dicen que al menos 15 millones de personas se han visto afectadas y que alrededor de 8 millones de acres de tierra de cultivo y el 80% de todos los animales de granja están devastados - con entre una quinta y una tercia parte del país bajo el agua. Y este número aumentará, ya que se prevén más lluvias e inundaciones.

Por favor, haz un donativo para la emergencia de Pakistán.

Naciones Unidas calcula que se necesitan 459 millones dólares para hacer frente a esta catástrofe, pero seguramente harán falta miles de millones más para reconstruir la infraestructura y la economía de Pakistán en los próximos años.Estas inundaciones suponen una doble catastrofe para muchas personas en el valle de Swat que, hasta hace poco, fueron obligadas a huir de sus hogares para escapar del conflicto en el noroeste del país y que habían comenzado a regresar a sus hogares y retomar la normalidad.

Por ahora, las inundaciones de Pakistán han recibido una cobertura relativamente baja en los medios de comunicación internacionales. De hecho, tsunamis y terremotos, por ejemplo, han tendido a atraer históricamente mayores niveles de financiación que los desastres con un inicio más lento, como las sequías o las inundaciones. Incluso las donaciones individuales son más mucho más lentas que las observadas después del terremoto de enero en Haití.

Por favor, ayúdanos en nuestros esfuerzos por recaudar 14 millones de dólares para responder a unas inundaciones que representarían, en extensión, todo el territorio de Europa Central... o, por ejemplo, desde Nueva York a Disneyworld.

Sea cual sea tu sentimiento hacia el activismo digital o qué razón es la que te mueve a donar, la captación de fondos online es una poderosa, y fundamentalmente democrática, herramienta para lograr un mundo más humano, sostenible y pacífico.
Por favor, haz una donación ahora. Oxfam está trabajando día y noche para abastecer de agua potable, alimentos, refugio y atención sanitaria a la población afectada de Pakistán. A 16 de agosto, ya hemos llegado a asistir a más de 200.000 personas con ayuda humanitaria.

Por Joel Bassuk, coordinador web Oxfam Internacional.
Leer más...

lunes, 16 de agosto de 2010

Shukkur: una ciudad vive con miedo

Las inundaciones se están aproximando rápidamente al distrito de Daud en la provincia de Sindh. Oxfam ya se encuentra allí para responder a la emergencia. Mubashar Hasan, oficial de medios de la organización, nos describe la situación.

A medida que me acercaba a la ciudad de Sukkur, sentía la tensión en el aire. Vi a muchas personas que detenían sus vehículos en la presa de Sukkur y ansiosamente miraban hacia el caudal del río Indo midiendo el aumento del nivel del agua. Se ha reforzado la seguridad en las orillas del río y el Ejército, los guardabosques y el personal de la policía han cerrado muchos caminos.

La presa de Sukkur está en el titular de todos los medios de comunicación. Pues puede ser uno de los próximos lugares que sea golpeado por el agua de las inundaciones. Si esto ocurre, según las previsiones oficiales, el agua cubrirá la mayoría de partes de la provincia de Sindh. Para entender el nivel de amenaza del área, fui a Sukkur.

Después de entrar a la ciudad, caminaba por un viejo, sucio, deprimido y congestionado suburbio llamado Myani Road, cerca de la presa de Sukkur, a orillas del río Indo. Muchas tiendas en ese lugar han cerrado y algunas personas discutían sobre qué hacer a partir de ahora. Una de esas personas era el doctor Lal Natwar. "Tenemos una gran ansiedad. El agua podría sumergir nuestras tiendas y casas en un momento”, dijo.

Fui más lejos y llegué a un camino llamado Bandar, también a orillas del río. Vi a niños, mujeres, hombres y ancianos caminando por la calle con sus pertenencias. Dijeron que sus pueblos habían quedado sumergidos por el agua. Ahora, no tienen donde vivir aparte de las calles de la ciudad. Tienen hambre, están sin empleo y ahora sin hogar.

El calor era insoportable. La temperatura oscilaba entre los 48 y los 50 grados. Sin embargo, cuando veo las condiciones precarias de estas personas, me digo a mí mismo el calor es poco menos que una tontería.

"He estado viviendo en mi casa desde 1973 con mi familia. Ahora este río se lleva todo eso lejos de mí", dice Begum Amriya de 69 años señalando el creciente nivel del río Indo, con una mirada enojada e impotencia.

Alrededor de 3.000 personas están viviendo como Amriya Begum: en chabolas en la ciudad, donde los niños deambulan entre la suciedad, el barro y las moscas. Con poco o ningún alimento para comer, ni trabajo para los adultos con el que ganar dinero y comprar comida.

Pregunté a un grupo si podía tomar fotos, entonces empezaron a gritar “ayuda, ayuda" y a alzar su mano al aire. Nunca he visto algo así en mi vida. Me sentí triste, muy triste.

Oxfam está instando a la comunidad internacional a que coordine una respuesta adecuada de asistencia a las personas atrapadas en estas inundaciones. Un mega desastre como este necesita una mega respuesta.
Leer más...

viernes, 13 de agosto de 2010

Salvando el ganado y huyendo de las inundaciones


Las inundaciones se están aproximando rápidamente al distrito de Daud en la provincia de Sindh. Oxfam ya se encuentra allí para responder a la emergencia. Mubashar Hasan, oficial de medios de la organización, nos describe la situación.

Tal vez hoy me haya topado con una de las escenas más sorprendentes de mi vida. En el pueblo de Sial, en el distrito de Daud, vi a una mujer que, tirando de dos vacas, dejaba atrás su casa con el agua hasta las rodillas. A duras penas caminaba y podía llevar a los animales. De pronto, la mujer cayó al suelo, seguramente porque éste estaba resbaladizo por el barro. Pero se levantó de nuevo y empezó a caminar otra vez por un camino invisible. Nunca soltó las riendas de su ganado.
La imagen es dantesca: las carreteras, partes de casas y árboles están sumergidos bajo el agua, cuya temperatura oscila entre los 48 y los 50 grados. "No tenemos esperanzas", dice un frustrado Mohammad Chukmat, de 60 años, que huye con sus 20 cabezas de ganado a un lugar más seguro. "El nivel del agua es de siete pies de altura en mi casa”, dice con lágrimas en los ojos. “Pero quiero volver a mi casa".

Los partidos políticos locales han levantado refugios para los damnificados. En la calle principal de Sial había una comisaría que ha quedado parcialmente sumergida en las aguas.

Un total de 50.000 personas son las afectadas en este distrito. Las autoridades han logrado evacuar a 2.119 afectados; pero han contabilizado un total de 6.200 cabezas de ganado muertas. Es una situación compleja. ¿Qué es más importante? ¿La vida humana o el ganado? Pues para algunas personas salvar su ganado significa salvar su propia vida, porque sin éste, no tendrían con qué vivir

"La mayor preocupación es que la gente no quiere salir de sus casas, incluso cuando existen planes de evacuación de las autoridades para ellos", dice Sher Mohammad, coordinadora de educación de SAFCOW, una organización local con la que trabaja Oxfam en Dadu.
Leer más...

martes, 10 de agosto de 2010

Con las manos vacías


La población pakistaní se enfrenta a la peor inundación del siglo. Muchas personas han perdido a sus seres queridos, además de sus casas, cultivos, medios de vida y el resto de sus pertenencias. El oficial de medios de Oxfam Tariq Malik está viajando por el país. Nos envía algunas de las voces de los afectados y afectadas por las inundaciones en Kot Mithan, un distrito ubicado en la provincia de Sindh.

Miles de personas se han quedado sin hogar debido a estas inundaciones sin precedentes. El desbordamiento del río Indo y los torrentes que bajaron por las colinas de las montañas de Suleiman, rompieron el dique ubicado en Kot Mithan en la provincial de Sindh el pasado viernes por la noche, inundando las aldeas cercanas y la parte oeste del pueblo.

"Tengo cincuenta años y nunca he visto Kot Mithan inundado. Ni siquiera había oído hablar de algo así ", dice Jam Bugho, un productor de algodón. "He tenido que abandonar la aldea, junto a mi esposa y con dos de mis sobrinos en mis hombros mientras andaba con el agua hasta las rodillas”, explica con un aire de tristeza en su rostro. "Antes de marcharnos, mi hijo fue a ver como estaban nuestras vacas, sólo para ver si podía traerse unas cuántas con nosotros. Pero no regresó. Decidimos seguir adelante y unirnos al resto de los vecinos que estaban saliendo del lugar ", dice señalando a un grupo de personas que permanecen sentadas en la hierba.
"¿Hay alguna forma de saber qué habría pasado con mi hijo? Mi búfalos, mis vacas y mis cabras", pregunta Bugho.

Mohammad Naeem tiene 27 años y es de Wasti Kallar, una aldea de Kot Mithan. Él también estaba allí con toda su familia. "Me casé hace apenas cuatro años. Tengo tres niños pequeños, una madre enferma y un padre ciego. Mi esposa está embarazada. Donde estaba mi casa, ahora sólo hay agua. He perdido 20 hectáreas de cultivo de algodón y dos hectáreas de caña de azúcar. El agua se ha llevado todo el grano que había almacenado. He perdido mis vacas y mis cabras. Le pregunté al dueño del barco donde me evacuaron si podía ayudarme a rescatar parte de mi ganado y de mi grano. Sin embargo, el pidió 10.000 rupias por ello. No tengo dinero, ni siquiera un tercio de lo que él pedía. Le ofrecí una cabra pero se negó. Entonces me acerqué a los trabajadores de la agencia gubernamental de rescate, pero también se negaron a ayudarme porque mi pueblo está fuera de su área de operación. Así que ahora estamos aquí, delante de usted, con las manos vacías. Mire el cielo, hay nubes, pero no tengo donde llevar a estos niños inocentes y a mis padres si empieza a llover ahora. "
Leer más...

lunes, 9 de agosto de 2010

Luchando contra los elementos


Me han enviado a la región del Valle del Swat para reportar sobre la respuesta humanitaria que Oxfam está llevando a cabo tras las inundaciones que han devastado el norte del país. Pakistán es un país duro. Para llegar al Valle del Swat hemos invertido seis horas y media atravesando un terremo montañoso. No obstante, hoy ha sido aún más duro de lo normal. La lluvia ha estado presente durante toda la mañana. Una larga mañana que ha empezado a las 5.00 A.M. y donde todo eran ojeras y ojos rojos.

El limpiaparabrisas chirriaba y la lluvia golpeaba los cristales. A través de mi ventana se podía ver el río Indo, que se había desbordado el día antes. Las copas de los árboles asomaban por encima del agua y se sucedían escombros de hogares destruidos por donde había pasado el agua.

Ha habido deslizamientos de tierra en las carreteras. La caravana de coches serpenteaba delante de nosotros y las bocinas no paraban de sonar. Después de una hora de espera, nos dimos cuenta de que no estábamos yendo a ninguna parte. Estábamos a sólo dos horas de Swat y tuvimos que volver a la capital.

La lluvia puso las cosas difíciles ayer en Pakistán. Pero no sólo para nosotros. Uno de los equipos del ACNUR debió suspender la distribución de tiendas de campaña para 4.000 familias en el campamento de Azakhel (que alberga los refugiados de Afganistán) debido al aumento de las inundaciones. Por otro lado, la provincia de Sindh, a cientos de kilómetros de distancia de donde nos encontramos, en el sur del país, estaba en alerta máxima. Las presas están al máximo de su capacidad y existe un claro riesgo de que se desborden.

Los trabajadores de Oxfam están luchando contra los elementos. En medio de las fuertes lluvias están distribuyendo jabón, tazas, agua potable, toallas, compresas sanitarias y materiales de refugio a más de 200 familias. Aunque las condiciones son difíciles, se está haciendo un gran esfuerzo para entregar la ayuda humanitaria.


Post enviado por Rebecca Wynn, oficial de medios de Oxfam en Pakistán.


Leer más...